EL
BAR COLON
Ahora que el Ayuntamiento ha
editado un librito en el que habla de las "Tabernas de Manolete",
nosotros queremos citar "El Bar Colón"
El BAR COLON desaparecido en
1967, se puede considerar uno de los Bares que siempre consideró Manolete como
algo suyo, ya que tuvo una gran amistad con su dueño Luis Moreno Posada. Este
Bar estaba bien decorado y era acogedor; tenía un amplio mostrador situado en
la parte derecha del local. En el centro disponía de un salón bastante amplio,
con cómodos veladores en torno a unas ordenadas mesas. Al fondo los servicios,
y en el lado izquierdo disponía de tres estancias o cuartos reservados con
puertas independientes. La primera según se entraba a la izquierda estaba
dedicada al torero "Manolete", y de sus paredes colgaban multitud de
cuadros con motivos taurinos. Como
camareros había dos empleados,
Antonio, que tenía gafas y Rafaelin,
sobrino del dueño, que era más bajito. Algunas veces también trabajó de
camarero “El patillas”, Navarro de nombre y que era también peluquero de
la Universidad Laboral..
En este Bar Colón, y a
finales del mes de abril del 1943, tendría lugar una reunión entre él empresario taurino Eduardo Pagés, que se vino
para Córdoba, nada más terminar la Feria Taurina de Sevilla. Aquí en el
reservado conforme se entra a la izquierda, y se encontró con José Flores
Camará, apoderado de Manolete y el gran Califa del toreo. El empresario
sevillano quería contar con el diestro cordobés para la Feria de 1944, pues los
espectadores en esta pasada Feria de 1943, así lo habían demandado.
Según parece, se reunieron
en este bar por exigencia de Manolete, huyendo de los periodistas que les
esperaban en la puerta del Hotel Regina, lugar habitual donde se hospedaba el
empresario sevillano cada vez que venía a Córdoba. Paco Cerezo, que se
consideraba amigo personal del torero se molestó mucho porque la reunión no se
celebrara en su Bar, que estaba en la esquina de la Calle Torres Cabrera, en donde
está hoy el supermercado DIA..
El Bar Colon, era un bar
puntero en Córdoba para aquellos tiempos, pues incluso ponía terraza de verano,
con veladores de madera en color rojo, incluso con sus toldos de protección.
Era de los pocos bares que
ponían “tapas” en Córdoba, ya que no era costumbre por aquí lo de “comer con el
vino”. Destacaban los calamares, el bacalao frito, las mollejas, los muslos de
conejo, la ensaladilla, los callos y la carne al jerez. En cuanto a los callos,
tenía una disputa permanente con la Taberna de Paco Cerezo, ya que la mujer de
éste los ponía con una calidad insuperable.
A partir del año 1956, se
convierte en el Bar de referencia para los alumnos, los profesores y los
empleados de la Universidad Laboral de Córdoba. También de aquí partían los
autobuses de la nueva Empresa Cervezas el Águila que se instaló en plena Cuesta
de Rabanales; por cierto el jefe de coche de los empleados del Águila fue
durante algún tiempo el poeta y ex-alumno de la Universidad Laboral, Carlos
Rivera que trabajó en esta empresa como administrativo..
Este Bar, como tantas cosas, desapareció en 1967,
adquirido por la inmobiliaria Noriega que levantó en su lugar un elegante
edificio de pisos y situó incluso sus oficinas.
CASA PERFECTO SEOANE (Esquina
con Cruz Verde)
A
principios del siglo XX hubo una llegada masiva de gallegos a nuestra ciudad,
procedentes de los municipios de PAZOS DE BORBEN, MONDARIZ, Y PUENTEAREAS,
todos ellos pertenecientes a la provincia de PONTEVEDRA.
Entre
estos "Gallegos" hay que destacar a MANUEL ALEN SOTELINO (1893-1979)
y JOSE PAZOS BAULLOSA (1887-1974). que fueron los primeros que llegaron a
Córdoba. Más llegaría PERFECTO SEOANE CARBALLO (1905-1978), que vino reclamado
para trabajar de mozo en la Taberna..
Estos
gallegos fueron abriendo tabernas en los barrios más emblemáticos de Córdoba.
Eran tabernas que vendían vinos, vinagres y aceitunas, como aparecían en los
rótulos en las puertas de estos establecimientos..
La más antigua de todas
parece ser que fue la de la Calle Alfonso XII, esquina a Calle Cruz Verde,
fundada a principios del 1900, cuyos propietarios eran los socios MANUEL ALEN
SOTELINO Y JOSE PAZOS BAULLOSA, este establecimiento estaba abierto en un
edificio que databa del año 1793. Y que sería testigo de cómo aquél 7 de junio
de 1808, y desde un balcón de la esquina de enfrente (haciendo esquina con
Borja Pavón), disparaba su mosquete
PEDRO MORENO, contra el general francés Dupont que se disponía a entrar
por la Calle Alfonso XII, una vez derribada a cañonazos la Entrada de Puerta
Nueva.
En el año 1922, y como era
costumbre habitual entre los "gallegos" estos dos socios se
trajeron desde GALICIA a PERFECTO SEOANE
CARBALLO (1905-1978), para que trabajara de mozo en la Taberna. Entre otras cosas
la hacía al calor de su padre MANUEL SEOANE SOTO (1875-1935), que ya estaba
trabajando en esta ciudad, colocado en la antigua MENGEMOR (hoy ENDESA) como
farolero, persona que encendía y apagaba los faroles de las calles
PERFECTO SEOANE CARBALLO,
después de trabajar algo más de 18 años como mozo, se quedaría con la parte de
la Taberna que le correspondía a JOSE PAZOS BAULLOSA, porque éste sintió
"morriña" y se marchó a su Galicia natal. Entonces la sociedad de
esta Taberna se consolidó aún más al casarse los dos socios, PERFECTO SEOANE Y
MANUEL ALEN, con dos hermanas gallegas,
llamadas ERUNDINA GONZALEZ SOBRINO (1902-1990), Y CLAUDINA GONZALEZ
SOBRINO.(1905-1989).
En el año 1952, la sociedad
de esta Taberna se deshizo, y sería PERFECTO SEOANE CARBALLO, el que se quedó
solo como único propietario, renombrando la Taberna con el nombre de "BAR PERFECTO SEOANE".
Esta Taberna ha sido famosa
por la crianza de sus propios vinos, que primeramente eran transportados desde
el lagar en pellejos, que se iban vaciando en los barriles de la Bodega, que
tenía en su interior y a la entrada en el portal; después a través de barriles
grandes, traídos desde la Estación en carros con mulos y, por último en camión
cisterna. Esta Taberna se caracterizó porque empezó a vender el vino en unos
Botellines de (2 medios), y que luego se servían los clientes en sus copas o
vaso si lo preferían. También destacó esta simpática Taberna por su
"bacalao-rebozado". La Taberna estuvo atendida por PERFECTO SEOANE,
CARBALLO, hasta su muerte en 1978, Luego le seguirían sus hijos IGNACIO SEOANE
GONZALEZ Y MANUEL SEOANE GONZALES, has finales de los años 1990.
La Taberna se abría a las
cuatro de la mañana, y era frecuentada por muchos trabajadores, que solían
tomar el café, el coñac, el anís, y los sol y sombra en las mañanas. Los
domingos eran los cazadores y excursionistas los clientes más habituales en la
madrugada. De vez en cuando aparecía por aquí Don Ricardo Molina Tenor, que
acompañado de sus amigos y a veces de sus libros, eran clientes del vino. En
esta Taberna su clientela fue tan variada que podemos decir que fue desde un
alcalde como JULIO ANGUITA, hasta los marmolistas García Rueda, pasando por las
pieles de Manuel de la Torre.
A la muerte de MANUEL SEOANE
SOTO (El farolero), hecho que ocurrió en el año 1935, le quedaría a su esposa
una pensión de viudedad de UNA PESETA DIARIA, y que suhijo PERFECTO, se la
mandaba a su madre DOLORES CARBALLO MARTIN (1884-1954), hasta el año 1954, en
que esta murió.
LA TABERNA
"HUEVOS FRITOS"
En San Lorenzo a principios del siglo XX lo que no
faltaban eran Tabernas, ya que en la misma Plaza estaba la Taberna de Armenta,
que se puede decir que era la "emblemática" del Barrio, incluso tenía
una especie de sucursal en la acera de enfrente que era regentada por la
familia de Arjona, que luego emparentó con los Bojollo, familiares del
sacristán..
En estas Tabernas como en la mayoría de las que había
en Córdoba, lo suyo era el vino puro y duro, y entonces en la Esquina con
Arroyo de San Lorenzo y Santa María de Gracia, surge una Taberna, que
pudiéramos decir que en aquellos tiempos 1930, era la quinta Taberna próximas a
la Plaza de San Lorenzo, pero que como algo de distinción fue una de las
primeras que contó con una cafetera exprés, por lo que el café era muy
acreditado.
1º.-LA TABERNA DE LUQUE
El primer Tabernero fue un tal Francisco Luque Portero
(1890-1971), casado y con varios hijos, y que vino de la Calle Alfonso XII.
Luchó lo que pudo por esta Taberna y la aguantó hasta que en el año 1940, llegó
desde La Calle Ronquillo Briceño, el matrimonio formado por Ángel Calea Gracia
/1900-1985), y Josefa Escobar Cívico
(1903-1991), que entraron en esta Taberna con la voluntad de remozarla y darle
una buena orientación.
2º.-LA TABERNA "HUEVOS FRITOS"
Antes de citar nada, agradezco a María Bojollo Arjona,
(1922), y Ángel Ogallas Gavilán (1928), que me pusieron en la pista de las
personas que me facilitaron la oportuna información y entre ellos quiero
destacar a un familiar de don José Torres Molina, para averiguar el porqué de
este simpático nombre de "HUEVOS FRITOS"·
Fue del Salón Confitería la Perla de donde
consiguieron una máquina usada y antigua del tipo "PAVONI" de tres
chorros, y de momento se cundió de que vendían buen café. Ellos procuraron
también que se vendieran copas de coñac y anís, además del vino, que era el
auténtico negocio de aquellos en todas las Tabernas.
Pero el amigo
Ángel Calea Gracia, era un hombre muy temeroso de las enfermedades sobre todo
mirando a los cinco hijos pequeños que tenía. De tal forma, que un día, aprovechando
que el médico don Manuel Pastor Gómez (1901-1995), que era prácticamente su vecino, tomaba el café
como todos los días, le preguntó: -"Don Manuel que tendría que hacer yo
para proteger a mis hijos del resfriado y la gripe que tanto nos abunda", y el médico le contestó: "Dale mucha
fruta, sobre todo naranjas para que aporten muchas vitamina C, y también le
puedes dar un "HUEVO FRITO", que aporta SELENIO y es muy bueno para
la producción de glóbulos blancos que potencian la defensa contra los virus".
El Tabernero le faltó tiempo para comentarle lo del
"HUEVO" a su mujer, y esta ni corto, ni perezoso, empezó a darle a
sus hijos "UN HUEVO FRITO" en día alternos, antes de marcharse al
Colegio o la Miga, como se decía antes. Los tabernera por suerte no carecía de
huevos, pues su suegro, Victorio, el barbero, de la Calle Tafures, tenía buena
relación y parentesco con personas que se dedicaban al transporte del aceite en
aquellos "pellejos" por lo que el aceite de oliva, no le faltaba
nunca en su casa. Y como solía ocurrir en aquellas fechas de carestía y
estraperlo, habían llegado a una especie de acuerdo tácito, con María Martínez
Ortega (1907- 1995) una simpática gaditana, vecina de Arroyo de San Lorenzo, y
que al tener una pequeña granja, le cambiaba UN LITRO DE ACEITE, por 3 DOCENAS
DE HUEVOS, que era la equivalencia que se había establecido en aquellos tiempos
por la "LEY DEL ESTRAPERLO".
Era tiempo de Cuaresma y en uno de aquellos Quinarios
que celebraba la Hermandad del Calvario, habían invitado al canónigo don José
Torres Molina (1902-2001), para que predicara en el sermón, y bien que lo hizo.
El último día sobre todo, el cura se lució, pues en su sermón citó a San
Rafael, a San Lorenzo, a la Fuensanta y hasta a María Auxiliadora, fue un sermón
que le gustó a la Hermandad, y por boca de Manuel Pérez Casas (1913-1963), el
canónigo oyó la expresión: "Padre, con ese sermón, hoy ha cortado usted
orejas y rabo".
Terminó el Quinario y al día siguiente por la mañana,
viernes, era el Besa-pies del Cristo, y el canónigo quedó tan contento del
sermón del día anterior, que a la mañana siguiente se ofreció para decir la
Misa de Hermandad en la Capilla del Cristo antes de que lo expusieran al
Besa-Pies. Terminada la Misa, en la Iglesia se quedaron los hermanos colocando
al Cristo en medio del altar mayor para su veneración, para lo cual se cerró
incluso la Puerta de la Iglesia, y mientras José Mª Parejo, como Hermano Mayor,
y varios directivos más, acompañaron a don José Torres Molina, a tomar Café, en
la Taberna de "La Esquina"
como se le decía en aquellos tiempos. Estando en el mostrador pidiendo los
cafés, don José Torres Molina, tuvo
necesidad de ir al WC, que estaba hacia la izquierda en el patio. Al pasar en
dirección al patio, se cruzó con una habitación que existía entre el mostrador
y el patio, y allí observó como tres críos daban cuenta de tres "HUEVOS
FRITOS", que tenían sobre la mesa. Al volver del patio y llegar de nuevo
al mostrador, lo primero que dijo fue: "He visto a tres chicos comiéndose
unos estupendos "HUEVOS FRITOS", y la verdad es que me ha dado gana
de uno. ¿Quiere usted que se lo ponga, le dijo el Tabernero, y el cura
contestó: "Claro que si, y que esté como los de los chicos". Y el
Tabernero por corrección hizo extensible el ofrecimiento de "UN HUEVO
FRITO", a los cuatro o cinco clientes que allí había, y le faltó tiempo a
su mujer para prepararlos. La cuenta la pagaría Manuel Pérez Casas (1910-1963),
este simpático vecino de San Agustín que hacía las veces de tesorero de la
Hermandad, y fue uno de los fundadores de la Peña de "LOS BIRUNDI".
No hace falta decir que en aquellos años, el canónigo
don José Torres Molina, volvería a predicar el Quinario de la Hermandad del
Calvario, e incluso la Novena de María Auxiliadora, y siempre que le insinuaban
lo de tomar cualquier cosa, café o lo que fuera, siempre decía: "SI, A LA
TABERNA DE LOS HUEVOS FRITOS", y ya se sabe que lo que dicen los curas
queda para siempre en la memoria.
3º.-LA TABERNA EL "GALLEGO"
A pesar de los Huevos, cinco hijos eran mucha carga y
Ángel Calea, dejó la Taberna y se la traspasó a un gallego Rafael Iglesias, que
ya venía de "rebote" de una Taberna que tuvo en la Calle Encarnación
Agustina, esquina con la Calle Santa Inés. Con su llegada quiso cambiar algunas
cosas y en los asuntos del Café pudo aprovechar de que en su puerta se situara
UNA JERINGUERA, Concepción González Ruiz, (1910-2005), lo que hacía más
apetecible el tomarse un café. También intentó atraer clientes con la
"golosina" del juego del Bingo (Lotería), que Evaristo Espino Sánchez
(1914-1976), cantaba jueves, viernes y sábados. Pero ni aún así creyó él que la
Taberna le era rentable y al final de 1950, traspasó la Taberna y se marchó a
Venezuela.
4º.-CASA LUIS BRAVO
Al principio de los años 1960, llegan a San Lorenzo un
matrimonio formado por dos excelentes personas; de un lado Luis Bravo Jurado
(1915-2001), y de otro su esposa, Carmen Araujo Hidalgo (1921-2007), ambos con
mucha solera y venían de la Puerta de Almodóvar. Empezó su andadura con muy buenas
maneras y estilo y se trajo para sí nuevos clientes, entre ellos la propia
"PEÑA DE LOS MINGUITOS" que había roto con su domicilio anterior. La
Taberna adquirió otro tono más acogedor y la cocina daba buen olor por sus
tapas, que ya se empezaban a consumir. La guinda la puso este matrimonio, al
admitir a un joven Manuel Muñoz López, más popularmente conocido como el
"GATO CHICO", que aunque era de la saga de los "gatos" fue
un encanto como persona y como trabajador en el Bar, además mereció toda la confianza
de este matrimonio, que al no tener hijos, dio la impresión de que siempre le
trataron como si de un hijo se tratara. En el año 1974, este hombre con apenas
60 años, decidió dejar la Taberna y volver a su añorado Barrio de la Puerta de
Almodóvar y hasta se preocuparon de dejar colocado al "Gato chico",
que terminaría trabajando en la Diputación..
5º.-CASA "PEPE"
En el año 1974, Pepe Jiménez Torres (1917), conocido
sumamente en San Lorenzo, por su profesionalidad, sentido del tacto y la discreción para estar
detrás de un mostrador. Llegaba a esta Taberna después de haber estado en Casa
Manolo el de las Quinielas, desde el año 1954. Antes ya anduvo por San Agustín
y la Beatilla, lo que le daba un gran bagaje de profesionalidad. En toda esta
operación de Taberna, su mujer aportó sus excelentes condiciones de cocinera, y
estamos en condiciones de decir que aún se recuerdan aquellos callos. Pepe
ejerció una labor "lógica" de tirón de clientes y su Taberna, con
aprovechamiento del Patio y Terraza de Veladores, se puso a la cabeza de las
Tabernas de la zona. A la "PEÑA DE LOS MINGUITOS", se unió la
"PEÑA EL OCTAVO", y algunos grupos más de amigos. Incluso un año
llegaron a montar una Cruz de Mayo en el Patio, hecha con cáscaras de avellanas.
La Taberna estaba en su mejor apogeo nunca conocido, pero la
"piqueta" y el "valor inmobiliario", en 1987, obligó a Pepe
Jiménez Torres a buscar otra Taberna, esta vez enfrente del Colegio Salesiano,
en donde cumplidos los 70 años, se jubiló
6ª.-TABERNA "TU MOMENTO"
El inmueble al que pertenecía la Taberna, en sus
distintos nombres, fue derruido y obrado al poco tiempo. Lo que era la Taberna,
pertenecía a un inmueble de dimensiones muy grandes, y que incluso fue una
importante Casa de Vecinos, en donde vivió toda una saga de buenos
EMPEDRADORES, como fueron los López Ordoñez, los López Almedina, y los López
Almoguera, gente muy significativa del Barrio.
En esta casa también tenía el Heladero que desde
Alicante venía todos los años para hacer la temporada de verano. Y también en
este inmueble tuvo su carnicería "Pepe la Fila", cuyo nombre era José
Bejarano y era cuñado del "Niño Dios", banderillero, y que primo
hermano de Manuel Rodríguez "Manolete".
La obra de la Casa se realizó y dejaron un local en la
misma esquina para instalar de nuevo un Bar, suerte de negocio que probaron
distintos taberneros con regular suerte. Hasta que finalmente llegaron las
actuales hermanas que regentan desde el 2007, o cosa así el Bar "TU
MOMENTO", un establecimiento muy armonizado, moderno y con buen servicio.
Tiene muy buena cocina y la organización es admirable. Los de "TU
MOMENTO", viene porque fue la primera Taberna que en San Lorenzo,
instituyó el aperitivo con cualquier tipo de bebida. Además el Bar tiene una
buena terraza.
TABERNA "LOS GALLEGOS" En
la Calle Montero nº 31.
En la década
de los años 1960, MANUEL ALEN SOTELINO (1893-1978), que había llegado a Córdoba
desde la Provincia de Pontevedra, fundó varias Tabernas, y en el año 1960, en la Calle Montero nº 31, fundó la Taberna
"MANUEL ALEN". Este gallego, tuvo cuatro hijos, José, Manuel,
Marcelino y Perfecto, con su esposa ERUNDINA GONZALEZ SOBRINO.(1902-1990)
Al frente de
esta Taberna estuvieron sus hijos MARCELINO ALEN GONZALEZ (1930) Y PERFECTO
ALEN GONZALEZ (1934). En esta taberna desde primera hora entraban gente
sencilla y trabajadora de la zona. Uno de los que solía entrar era José García
Repullo, hermano de aquél "Tinte" que fuera jugador del Córdoba y del
Atlético de Madrid. Este hombre, era cobrador de Sevillana de Electricidad, y
comentaban algunos "medio en broma y medio en serio" que cuando
jugaba al dominó y perdía con enfado y de mala manera, solía incluso como dar a
entender que le iba a cortar la luz a los que le habían "ahorcado el seis
doble". Luego como es natural no pasaba nada. Y de eso el simpático Rafael
Carrillo Hidalgo (1909-2000), de la Calle de los Frailes que era el encargado
de cortar la luz sabía bastante. También Leonardo Rodríguez García (1931-2007),
aquél político puro, que migró desde colaborador de Radio Atalaya de Cabra, la
emisora de José Solís, a ser colaborador del Mundo Obrero de Santiago Carrillo;
por haber sido vecino próximo a esta Taberna, la eligió más de una vez para a echar algún que otro "mitin"
en sus aspiraciones políticas y electorales, que siempre fueron una constante
en su vida. Más de una vez llegó a traer a esta Taberna a compañeros concejales
de aquél Ayuntamiento de Julio Anguita (1983-1986), del que formó parte. En
esta Taberna, siempre fue considerado como una gran persona.
Era esta una
Taberna de Barrio, en donde se bebía bastante vino, vino, que traían ellos de
la Bodega que los "GALLEGOS", tenían en la Calle Borja Pavón,
haciendo esquina con la Calle Alfonso XII. Tenemos que decir que desde un
balcón de esta casa fue desde donde PEDRO MORENO, Juez de Paz de Córdoba, el 7
de junio de 1808, disparó su arma contra el general francés DUPONT, que entraba
con sus tropas por la Calle de Alfonso XII. Aquello supuso que los franceses
atacaran a sangre y fuego a la población cordobesa, durante 10 días seguidos.
Evidentemente
no era Taberna de Tapas, pues no tenía ni cocina, pero si vendía incluso mucho
vino para la Calle, y era las propias mujeres las que con el
"jarrillo" a veces de lata, iban al "Gallego" a por vino
para el guisado. También el vino tinto con gaseosa en verano tenía mucha venta.
Pero no cabe duda que la base de la Taberna era el vino.
Volviendo
con la Taberna diremos que unos de los clientes más asiduos y fieles que tenía
pudo ser Francisco Jiménez "El Guapo" que después de discusiones sin
sentido del fútbol, fue a parar a esta Taberna, cuando él había sido toda la
vida cliente de Casa Millán, junto a sus amigos, Trenas, Salcedo, Padillo y
Vera.
Como él, se
sentaban diariamente en una mesa, unos cuatro, que de distintos lugares del
barrio, seguían siendo fieles al Atlético de Bilbao. Ellos eran amigos por lo
que tenían muchas cosas en común; en primer lugar la escasez económica por su
corta paga o la "ayuda"; en segundo lugar un miedo bastante grande a
lo que eran las enfermedades y los contagios. Por eso un día el
"Guapo" al salir de jugar sus habituales partidas a las porras, (no
jugaban a otra cosa); me llegaría a confesar: "Mis amigos y yo, nos vamos
a nuestra casa, y después de almorzar al mediodía, nos acostamos hasta la
mañana del día siguiente". Eso es una forma de ahorrar dineros, no pasar
frío y evitar enfermedades.
Además esta
Taberna era frecuentada por los singulares "CHICHARITO". "EL
CAPARRIN" y el no menos gracioso "EL MECEDORA", que durante
mucho tiempo, con su gracia y simpatía elevaron el Carnaval de la Calle Montero
a lo más alto. Eran muy buena gente y la fidelidad a su barrio la llevaron
siempre a gala.
La Casa que
estaba al lado también era del "Gallego" y allí vivieron dos
personajes irrepetibles, por ser buenas personas y gente muy agradable, se
trataba de los "HERMANOS COROCOS", que por tener unas cabezas
repletas de abundante pelo, le habían puesto este apodo. Fue en el Oratorio de
los Salesianos, donde don José María Izquierdo Pérez, les tomó cierta simpatía,
por su afán de colaborar y, un día que
vino a cuento, nos presentó la cabeza de uno de ellos, repleta con aquella
espesa madeja de pelo, diciéndonos: "Que todo era producto de que se
lavaban la cabeza, con jabón Lagarto y después se la enjuagaban en agua con
vinagre".
Los
"COROCOS" como no pudo ser de otra forma, en unión de algunos, como
los Rafael Bueno, Rafael Salazar, De la Coba Ruano, Antonio Sánchez, Pedro
Larrea, Francisco Rueda, Paco García, Francisco Chamorro, Manolo Peña, Andrés
González, Emilio Soler, Paco Roldán, Manolo Jaén, Paco León, José Urbano,
Antonio Sanz, y otros de las mismas Costanillas y de la
Calle Rivas
y Palmas, formaron aquél grupo de "traviesos legionarios" que
desfilaban de forma maravillosa por las calles, a los toques de la trompeta del
singular Luis Ranchal Ramírez, que era uno de los mayores del grupo. Y es que
por aquellos años de 1955-56, todo el mundo quería imitar a aquellos Legionarios, que con el Cabo
Gastador, JHONY y su Cabra al frente, hacían las delicias de los chavales
cuando venían a Córdoba por Semana Santa.
La Casa
adjunta a la Taberna del "Gallego", era también una Casa de bastantes
vecinos, que empezaron a irse, unos a Cañero, otros al Campo de la Verdad y al
Polígono de la Fuensanta, por lo que poco a poco, el gallego MANUEL ALEN, se
fue quedando con la Casa vacía. A la familia de los "COCOROS", por
ejemplo, les dio alojamiento en otra Casa de la Calle Marroquíes, muy cerca de
la que fue la Casa de los Tafur de larga historia en Córdoba.
El gallego
al quedarse la Casa vacía, y mientras le salía un comprador llenó las
habitaciones con pequeños talleres de plateros, que daba la impresión de que se
"escondían" de todo lo que sonara a impuestos. Allí estuvieron el
"López" , el "Ramírez", el "Osuna", el
"Rodríguez" y unos cuantos más. Eran pequeños talleres con uno o
varios trabajadores, que trabajaban unos para los "Navarro" otros
para los "Aguilar" y la mayoría para Rafael Gómez, "El
SANDOKAN".
Al final de
los años, 1980, y con Hacienda detrás de los plateros, un día llegó a la
"Taberna El Gallego", el citado cobrador José García Repullo,
acompañado de un jubilado de Hacienda, con el que guardaba amistad desde sus
tiempos en la Escuela Obrera del Arroyo de San Lorenzo. El amigo Repullo,
quizás para "gastar alguna broma", dijo: "Aquí vengo con un
Inspector de Hacienda", aquella palabra de "Inspector de
Hacienda" se propagó como una maldición por el patio, por los bajantes,
por las tuberías, en donde estaba todos aquellos pequeños talleres, y produjo
poco menos que un "terremoto" pues todos los plateros se apresuraron
abandonar sus talleres, y la mayoría se dejaron hasta los transistores puestos.
Al principio
de los años 1980, y con la caída brutal en el consumo del vino, y la aparición
del "Cuba-Libre", esta Taberna dejó de ser lo que era, por lo que uno
de los hermanos, PERFECTO ALEN GONZALEZ, se marchó a su Galicia natal. Más
tarde y al final de los 1980, y cuando se finiquitó la venta de la Casa,
también se marchó MARCELINO ALEN GONZALEZ, a su Galicia natal. Córdoba, ya no
era negocio para los "gallegos" que no era otro que la venta del
vino. Quizás ellos se dieran cuenta de esta circunstancia, antes incluso que la
Bodega de la Sociedad de Plateros. No sabemos nada de la suerte que pudieran
correr en Galicia, si sabemos en cambio que los padres y los hermanos José y
Manuel, quedaron para siempre enterrados en Córdoba.
LA TABERNA DE "LOS PERROS" Santa María de Gracia
En esta Córdoba que
tantas cosas desaparecen, una vez más la piqueta ha echado abajo en dos días
(2016), La "Taberna de los Perros". Una Taberna, en la que desde la
Palmera que había en el patio, hasta el último cuarto, tienen bastantes
historias vividas y para recordar. Un hijo de Joaquín el dueño de la Taberna
trabajó en la tabacalera de los familia Pedro López, y en cada cuarto había un
poster de aquellos del tabaco, por eso se identificaban los cuartos como; El
cuarto del "BISONTE", el cuarto del "GANADOR", el cuarto
del "GOYA", el cuarto de "CELTAS", el cuarto de
"CAMEL", etc. etc. Por lo que
todo tenía ambiente de juego, de apuestas, y de todo lo que se antojara.
La excepción era el
cuarto del "ANTICARIOL" la pasta que comercializaba Los Laboratorios
MEDICAL, en la Calle la Feria, y que su representante, un tal Serrano
Domínguez, era cliente asiduo de esta Taberna al que le gustaba "El
menudillo de pollo" que ponía la madre de Pepe. Por lo demás esta Taberna,
desde que desaparecieron los "Perros" allá por el 1954-55, pasó a ser
un pequeño "CASINO DE JUEGO". A la caída de la tarde y antes del
sorteo se pasaban todos los días, tres o cuatro vendedores de la ONCE, que
llevaban las terminaciones que le gustaban a algunos de los jugadores. El
primero que compraba cupones, era Pepe, al que le gustaba el 41, el 27 y el 16,
éste solía comprar todos los días alrededor de las 2.000 pesetas de cupones.
En esta Taberna el
vino y la cerveza, eran testigos solamente, de lo que consumían los que se
dedicaban a jugar, que siempre solía ser CAFE, y después algún
"CACHARRO", como le denominaban ellos. Llamaba la atención de esta
gente que estaban tan pendientes del juego, que ya pudiera pasar lo que pasara
por la calle, que ellos no levantaban la cabeza de la partida o el parchís.
Aunque la Taberna era
de apariencia antigua y muy sencilla, por aquellos "cuartos" solía
acoplarse una gente que en su mayoría no era del Barrio, gente que para empezar
fumaba los tabacos "extranjeros" más rebuscados del contrabando, y
casi siempre tenían unas carteras muy repletas. Para ellos la palabra
"LECHUGA" era sinónimo de las mil pesetas. En cuanto a los juegos,
allí se jugaba a todo, desde el "parchís" juego en el que había
grandes artistas, pasando por todos los juegos que las "fichas del
dominó" podían "inventar". Pero lo curioso es que hasta la
mayoría de los espectadores solían jugar apostando por cualquiera de las
parejas en juego. Cualquier cosa era motivo de apuesta. Por aquellos tiempos la
circulación era escasa, pero aún así, se llegó a apostar, por el tipo de
vehículo que tocaba pasar por delante de la puerta, ya fuera moto, furgoneta,
coche o camión. Igual era objeto de apuesta como empezaba el nombre del primer
cliente que entrara en la Taberna. Por lo demás allí se daban
"timbas" de mucho calado. En una de ellas y debido a lo que se perdió
un personaje muy habitual al que apodaban "EL MAERO" se dice que
sufrió un ataque a consecuencia de ello. Se puede decir que por este "CASINO"
llegó a pasar todo aquél que le gustó el juego.
Yo conocí a fondo
esta Taberna cuando la regentada José Laguna Martínez, que fue la última
persona que llevó este negocio, hasta que en el año 2004, cerró su actividad.
La Taberna "Casa Joaquín" fue inaugurada en los años veinte del
pasado siglo, por el padre de la familia, Joaquín Laguna Castro, carpintero de
profesión hasta esas fechas y que cogió
el relevo de los descendientes del bodeguero Rafael Triguillos, para hacerse
cargo de la Taberna. El nombre de "LOS PERROS" le fue adjudicado
porque siempre que ibas allí a por aceitunas, una cerveza o un refresco ORANGE,
los primeros que salían a recibirte eran dos perros peluches y chatos, que ni
ladraban ni nada, y que poco les faltaba para desearte los buenos días.
En aquellos tiempos
principios de los años 1950, era Joaquín el padre el que atendía la Taberna,
que con su mostrador de madera, dejaba un espacio a la izquierda para la
entrada a los "cuartos" y la vivienda del tabernero. Era una Taberna
en donde se facilitaban muy buenas tapas, de zorzales, pajaritos, conejo,
menudillo de pollo, setas adobadas, y caracoles gordos. Era una Taberna más del
Barrio, y era concurrida por aficionados al campo y a los peroles. Ya su hijo
Pepe. cuando la "heredó" en 1954, la transformó en todos los
sentidos, y para empezar hasta los "perros" desaparecieron.
Pepe siempre estaba en un
rincón. cerca de la máquina del café, dándole la espaldas al único
barril de vino que le quedaba. Llamaba la atención de forma especial el trapo
que tenía para limpiar los vasos, que habría veces que de haberse caído al
suelo, se hubiera quedado de pie. En la varias vitrinas que había para copas de
anís o coñac, después de usarlas, cada una volvía a su sitio sin discusión pues
quedaban sus huellas señaladas en el polvo de la repisa.
EL CUARTO DE LOS MUSICOS
Otros que tenían
derecho a "cuarto" eran los músicos, que solían reunirse en el cuarto
del "CELTAS", y es que en esta Taberna, eran muchos los músicos de la
Banda de Lepanto, que aquí solían reunirse. En parte porque a los militares le
gustaba el "juego" y también porque aquí era a donde venían a
contratarlos para tocar en bodas y otros eventos. Fueron muchas las bodas en
casa de vecinos, terrazas y bares que ellos amenizaron. También en el Cine
Infantas de verano de la Huerta de la Reina, solían actuar en los bailes que
allí se daban.
LA NUEVA CASA
En cuanto a la
antigua Casa de la Taberna "Los Perros" fue adquirida por el director
del PRYCA LA SIERRA, que se ha hecho una casa espléndida. La familia tardó
mucho en vender el solar, pues desde el 2004, ya estaba en venta. Los últimos
años de esta Taberna, el tal Pepe, con sus rarezas, vivía sólo en la Taberna, y
solía tener la cama en medio del Bar, en donde estaba la Televisión. Un día
amaneció muerto.
Una de las razones en
el porqué tardó en venderse la casa, quizás fuera la crisis, pero también la
desconfianza de los que vendía. Ya le pasó a Pepe, una experiencia de que
vendió la casa de los Martínez en la Calle el Cristo, y estaba muy contento con
la venta, porque dijo que se la habían vendido a unos chavales de Cádiz,
jóvenes que la iban a construir. Su disgusto le vino, cuando se enteró de que
"estos chavales", a la semana o cosa así, volvieron a poner un cartel en el solar de
"SE VENDE" y le ganaron 40
millones de pesetas de una mano a otra.