A la “Pobre Universidad Laboral”, según parece los únicos
que le reconocen una serie de valores importantes fueron los alumnos que
estuvieron allí, porque por lo demás, todos los “expertos” que opinan sobre
ella, siempre suelen soltar un latiguillo de frases hechas, como:
-Fue un proyecto machista
-Funcionaba de acuerdo al nacional-catolicismo de la época.
-Fue un tipo de construcción franquista
-Los profesores del régimen tenían ventajas
-Fue ……ya no saben que decir para justificar su
desaparición.
Yo lo único que digo es que la mayoría de los alumnos que
estuvimos allí, al menos al principio de la Universidad
(1956-1961), no nos percatamos de tantas cosas como dicen los que al cabo del
tiempo y sin haber estado allí comentan. Sabemos de sobra que hay compañeros
que por una razón u otra tuvieron que abandonar la Universidad y de ellos
se oye expresiones como:
“Me cansé de estar
allí rezando el rosario y por eso me vine”. Estos compañeros, además de contar
una mentira sobre el tan traído y llevado rezo del rosario, no cuenta que a lo
mejor su salida prematura de la
Universidad , se debió a una falta de dedicación en los
estudios y por ello perdieron la beca. Por ello a menudo acudían a esa
expresión para justificarse ante los demás.
El padre Manuel Pérez, además de jugar muy bien al fútbol
eran un experto en temas socio-laborales, por algo estaba a cargo del Colegio de Capacitación social San
Álvaro, un día nos dio una charla de sábado por la tarde y ante la pregunta de
que si se consideraba el proyecto de las Universidades como una idea “machista”
el nos contestó:
“Tradicionalmente en este país y de antiguo el hombre ha
sido por lo general el que ha salido a conseguir el sustento, mientras la mujer
trabajaba en las labores de la casa que no eran pocas. En esa tesitura la Universidad no hizo nada
más que continuar la dinámica de esta sociedad que nos envuelve”. Estas
palabras las pronunciaba el padre Pérez en el año 1959, y por tanto las apreciaciones que se hagan ahora, después de tanto tiempo pasado, están fuera de contexto.
No cree nadie que una forma de dictadura, pueda adjudicarse
un estilo arquitectónico en la construcción de sus obras, quien eso lo opina,
es gana de rizar el rizo. No creemos que un pantano, por ejemplo, pueda llevar
el sello de un determinado régimen, el pantano, o se hace o no se hace, y serán
los técnicos los responsables del proyecto, lo demás son tonterías. Ahora bien
si a toda obra, pantano o monumento, se le quiere asignar o imaginar un estilo
del régimen que lo construyó, las Universidades Laborales, son monumentos
“franquistas” pues se hicieron en la época de Franco.
En cuanto a que el personal era adicto al régimen, me
permito contar una anécdota que tuvo lugar el lunes 8 de abril de 1958, el día
era lunes y se reanudaba la actividad en la Universidad Laboral ,
después de Semana Santa. Estábamos los Colegios formados en el Patio central y
las escalinatas en donde presidían la ceremonia estaba repleta de todos los
profesores y frailes.
El profesor de Educación Física, José Luís Fernández,
“Cochele” procedió a izar la bandera como era habitual todos los lunes. Después
de cantar el preceptivo “cara al sol”, don Julio García, dio aquellas voces de
rigor de:
España,
¡¡Una!!……España,……¡¡.DOS!! ¿?. Los alumnos
apenas nos dimos cuenta, pero el grito de ¡¡Dos!! fue el grito que un profesor agregado (nuevo)
del taller de carpintería, llamado Manuel Espejo Jiménez, dio con todas sus fuerzas y voz potente de cantaor de cante jondo. Ante la sorpresa de todos los frailes y el profesorado, algunos escondieron la boca para no esbozar una sonrisa, su
hermano Rafael Espejo, terminado el acto, lo justificó indicando que era la
primera vez que el asistía a un acto de esta índole y desconocía por tanto que
había que decir ¡¡Grande!!.
Esa anécdota como otras que seguramente habrá en el
historial de la Universidad Laboral ,
pone bien a las claras que la mayoría de los profesores, no tenían vinculación
ideológica alguna con el régimen.
Luego tuvimos un profesor, llamado Francisco Zueras Torrens, que también era un gran pintor y mejor
critico de arte aún. Estuvo muy integrado en la vida cultural de Córdoba, e
incluso pronunció el pregón de Semana Santa de Córdoba de 1980. Siempre fue muy
solidario con el exilio pues incluso escribió un libro en que resaltaba la influencia
de los artistas exiliados en el arte interior de España. Fue el autor de
algunos murales que finalmente formaron parte del PARANINFO, e incluso a él
correspondieron la mayoría de los decorados de la Obra teatral “MEDEA”, que fue
la primera obra con la que se estrenó el Teatro Griego de la Universidad Laboral ,
con capacidad para 1.500 persona. Dicha inauguración tuvo lugar en la tarde del
12 de noviembre de 1957. La obra “MEDEA”, de Eurípides, fue interpretada por
alumnos del Conservatorio Profesional de Música y Escuela de Arte Dramático de
Córdoba, dirigidos por Miguel Salcedo Hierro. A esta inauguración asistieron
muchos familiares de los alumnos externos, para lo que se pusieron incluso
autobuses especiales, que salieron del BAR COLON.
El profesor Zueras, tenía una especie de bondad en su voz,
que muchas veces le fallaba, no sabemos si por el extenso bigote que tenía, por
algún tic nervioso, o por un poco de “traba lengua”, se le hizo famosa su frase
de:
“SEÑORES OS RUEGO A
VDS. QUE ENCARECIDAMENTE TENGAN LA
BONDAD DE GUARDAR SILENCIO”.
Todavía tengo algunas láminas de aquellas que divididas en
SEIS CUADRICULAS, nos hizo copiar los dibujos a mano alzada, que previamente él
había realizado en la pizarra. Eran adornos y motivos de la mejor cerrajería
tradicional. A la hora de puntuar tenía un criterio medio alto. Con él la
signatura del dibujo era distracción y resultaba muy amena.
Al ser miembro de la Real Academia de
Córdoba, acudió, a la localidad Cordobesa de Montoro, a una exposición del pintor
republicano exiliado en México, Antonio Rodríguez Luna, Esta importante
exposición fue organizada por la
Diputación de Córdoba en el año 1986, y allí acudió toda la
intelectualidad de la cultura y el arte
de Córdoba y provincia, representados por la Real Academia de
Córdoba. Al salir de la exposición y sin bajar aún las escaleras que daba
acceso al salón donde estaban colgados los cuadros, D. Francisco Zueras
Torrens, de forma solemne y apoyándose en el hombro del también pintor Ángel
López Obrero, tomó la palabra y de forma solemne y contundente para muchos empezó a decir:
“Yo luché en el bando Republicano y estuve preso en el campo de
refugiados de Angler (Francia), allí estábamos al cuidado de unos soldados
senegaleses, que se preocupaban más de comer que de cuidar de nosotros. Con
estas perspectivas un paisano de Barbastro, y yo, decidimos escaparnos, pues no
teníamos en realidad nada que temer, pues ningún daño habíamos hecho. Llegamos
a España y al poco tiempo y por mediación de un familiar amigo del padre
Fraile, (gran colaborador de Girón), se me hizo un hueco en las Universidades
Laborales, concretamente en la de Córdoba”. (1956)
En su lápida del cementerio de San Rafael, aparecen dos
frases, que los hijos han querido resaltar, que dicen mucho de su amor a la Paz y un canto a su Fe
Cristiana. Falleció en 1992,
a los 73 años de edad. Cuando llegó a la Universidad tenía 38
años.
También colaboró en los decorados de la obra “MAS ALLÁ DEL
MAR”, que se estrenaría en el año 1958. Pero en esta obra el que tomó un gran
protagonismo fue el dominico padre José Mª Guervós Hoyos, que interpretó el
papel de Cristóbal Colón. El padre Guervós, llegó a la Universidad Laboral
en Marzo del año 1958, todo el mundo lo consideraba como un poeta, ya que casi
siempre estaba recitando versos. Era muy simpático y un gran orador e irradiaba
simpatía y bondad. El montaje de coros en esta obra, estuvo a cargo del coro
del Seminario San Pelagio de Córdoba.
Por otra parte hay que decir que la Universidad de
Córdoba, contó con una serie de profesionales y artistas, que mirando sus obras
realizadas, nada tienen que ver con ideologías que no sean su propio trabajo o
su arte.
EL PROYECTO Y LOS
TÉCNICOS.
El proyecto de la futura Universidad Laboral fue encargado
el 23 de marzo de 1952, al arquitecto Miguel de los Santos Nicolás (1896-1991),
Daniel Sánchez Puch, Francisco Robles Jiménez y Fernando Cavestany y Pardo
Valcárcel. El director de obra fue Antonio Oyarzábal Planas, por parte de la
empresa AGROMÁN, bajo la supervisión del ingeniero José Carranza Alonso, que
pertenecía a las Mutualidades.
LOS ARTISTAS
Los artistas que trabajaron en la Universidad Laboral
de Córdoba, fueron los siguientes:
Joaquín Vaquero Turcios (1933-2010). Autor del mosaico
principal del Paraninfo y otras pinturas.
José Romero Escassi (1915-1995). Vidrieras de los
agricultores. Iglesia
Manuel Suárez Molezún (1920-2001). Vidrieras de los
pescadores. Iglesia
Juan Polo Velasco 1923. Esculturas en piedra
Eduardo Carretero Martín (1920-2011), Altar mayor de la Iglesia. 12 apóstoles.
José Romero Escassi (1915-1995). Mosaicos.
Amadeo Gabino Úbeda (1922-2004). Viacrucís realizado en
hierro y piedra.
Ramón Lapayese del Río (1928-1994). Bajorrelieves puertas
de Colegios a patio central.
Germán Calvo González 1918-1995). Pinturas murales
Manuel Rivera Hernández
(1927-1995), Pinturas murales
Francisco Zueras Torrens (1918-1992). Pinturas murales
Antonio Cobos Soto (1908-2001). Muros parietales. Iglesia
Amadeo Ruiz Olmos (1913-1995). Estatua de Jesús Divino
Obrero
Javier Antonio Lahuerta
Vargas, se encargó de la acústica de la Iglesia.
En una conferencia que dió M. Nieto Cumplido en la Fundación de Bodegas Campos, sobre el arte de la vidriera en Córdoba, como homenaje a Tomás Egea, también recordó como referente en este arte a Antonio Povedano, y también comentó que importantes murales de Antonio Povedano y Antonio Zueras, realizados en la Universidad Laboral de Córdoba, al día de hoy desaparecieron.
OTROS ARTISTAS
Además de los “mosaicos”, también nos llamaba la atención
el brillo y la limpieza de aquellos pasillos que parecían de “otra galaxia”. No
cabe duda, de que la labor de aquellas limpiadoras anónimas con su bata azul y
su fregona en las manos, hacían el milagro diario con tintes de “arte” y
colaboraban a la brillantez de aquel emblemático edificio, de tan buenos
recuerdos para muchos de nosotros. Nos sería imposible poder citar a todas
aquellas mujeres, sin caer en el error de dejarnos a alguna olvidada, por ello
prefiero mencionar nada más que a una de ellas, que estuvo allí desde primera
hora hasta su jubilación. Se trata de Fernanda Alba Cabello, fallecida
recientemente y que precisamente fue vecina del Cerro del Campo de la Verdad , un barrio que
surgió casi al mismo tiempo que la Universidad Laboral.
También nos parecían artistas aquellas mujeres que en la
cocina, nos preparaban aquellas habichuelas a la “vinagreta” que también nos
vinieron de cara a nuestro desarrollo, y en general todas las comidas, con lo
que muchos ejercitamos el paladar. Y que
hablar de aquellos empleados que velaban por el mantenimiento de las
instalaciones, como aquel hombre grande, todo bondad, como era Javier Merino, que nos
garantizaba la potabilidad del agua. Al maestro zapatero Sr. Sanz, que con
su seriedad nos tenía el calzado dispuesto para la batalla. Que bueno le salía
el pan a aquellos panaderos que con dedicación y profesionalidad, nos tenían
preparados aquellos bollos de pan que eran una delicia. Y que decir del
singular Borrego, aquel empleado que cuidaba de que la calefacción estuviera
siempre a punto. En general la Universidad Laboral , era una máquina perfectamente
sincronizada en su funcionamiento, y todo su equilibrio se reflejaba en aquel
patio central, maravillosamente exornado con flores de todos los tipos y para
todos los gustos. Nos trataban bien en aquella Universidad, muy bien, y no
sabemos de quien era la culpa si de Franco por haberlas hecho, o de la
oposición que las criticaba. En fin todos los empleados nos hicieron la vida
fácil y realmente se portaron como auténticos ARTISTAS.
RECORDANDO
AGROMÁN
Era una de las empresas señeras de La construcción en
España, la empresa Agromán, fue la adjudicataria de la realización de las
obras. Esta empresa fue fundada por José María Aguirre Gonzalo a alimón con
José San Román en 1926. Por aquellas fechas ya empezó a hacer obras importantes
y a ser señera en España. Cuando las empresas constructoras, asumían ellas toda
la plantilla (no como ahora), llegó a tener hasta 17.000 trabajadores en
plantilla, pero a lo largo de los años 60 y 70 del siglo pasado, sufrió varios
vaivenes en su cuenta de resultados, hasta que cayó en las manos de BANESTO,
que coincidiendo con Mario Conde en la presidencia del Banco es tramitada su
venta que al final fue comprada por Ferrovial en 1995 y que ahora en una de sus
divisiones se llama FERROVIAL-AGROMÁN.
Precisamente el padre de Julián Contreras Contador,
compañero nuestro del Colegio Gran capitán, trabajó en esta empresa y en la
obra lo hizo de listero. En el “BAR LA ESPUELA ” del barrio Gavilán, se reunía los fines
de semana muchos trabajadores que trabajaron en esta obra.
Aunque de distintos lugares de Córdoba, salían camiones
para traer y llevar a los trabajadores, muchos lo hacían en bicicleta y eran
muchas la bicicletas BH, Orbea, Forty y Star, las que se veían venir a la caída
de la tarde cuando salían de trabajar.
También otras iban para Alcolea y pueblos cercanos.
El tabernero Ángel Ogallas Gavilán que ya pinta buenas
canas por razones de edad, echa de menos aquella época en que la mayoría de los
trabajadores que esperaban los camiones en el Jardín del Alpargete, fuera invierno
o verano, su Bar, era el lugar de espera para la mayoría y eran muchos cafés,
muchas copas de coñac, de ponche y de
anís, las que aquellos trabajadores consumían todas las mañanas. El coñac más
solicitado era el popular Coñac 501, y en cuanto al anís era el duro “Machaquito”.
Ángel Ogallas, con muchos años de tabernero, me confesaba
que en aquella época aprendió de lleno a comprender lo que era “El Carajillo” y
el “Sol y Sombra”, bebidas que aquellos trabajadores de la construcción bebían
con toda normalidad y para nada pedían tostadas.
El veterano tabernero, consideró como una bendición del
Cielo esta obra de la
Universidad , por el ambiente que le dio al Jardín del
Alpargate, antes escaso, de laboriosidad y circulación por la mañana temprano. Rosario
“La jeringuera” era testigo excepcional de que a esa hora temprana, solamente
se solían ver, al padre trinitario Gabriel de la Dolorosa , que todas las
mañanas metido en su hábito y con sus sabañones a veces sangrantes, iba muy diligente
caminando en sus maltrechas sandalias, para decir Misa temprana en las Hermanitas
de la Cruz. Otro
fijo de las mañanas, era Rafael Aranda Angulo, “el Naranjero”, que con su
canasto de mimbre iba para trabajar a Bernardo Alba Pulido. Eran muy pocos los
que se veían en aquellas mañanas sobre todo de invierno, por eso la obra de la Universidad Laboral ,
fue como una bendición para los bares de la mañana. Igual pasaba en la Puerta del Campo (Hospital
de los Locos), donde Casa Basurte, también hacía su agosto. Eran distintos los
puntos de Córdoba, en donde recogían a los albañiles en camiones para
trasladarlos.
El 6 de diciembre de 1953, muchos de estos trabajadores
pudieron presenciar un accidente que tuvo lugar en la llamada Cuesta de
Rabanales, dos jóvenes, una mujer y un hombre, encontraron la muerte al meterse
su vehículo un OPEL CAPITÁN, debajo de un camión que a media cuesta estaba
aparcado por avería. Era de noche y posiblemente venían corriendo más de la
cuenta y no pudieron evitar el accidente. Al día siguiente lunes, y por la
mañana todavía estaba el coche y la guardia civil tomando datos. El joven, era
un joven de clase bien de Córdoba, de la familia de la Farmacia Villegas ,
y al parecer venían de una fiesta campera en la zona de Pozoblanco-Villanueva
de Córdoba (Cardeña), según parece y dado el mal tiempo se vinieron por Montoro
y por ello el accidente tuvo lugar en la Cuesta de Rabanales. La fiesta había estado
organizada por la Peña Taurina Pozoblanco, y se
celebró en la ganadería de Jaralta. Una
de las primeras personas que acudió al accidente fue Juan Gómez, que vivía cerca de la Casilla de Peones
Camineros, que existía al coronar la cuesta. Además este hombre fue el que
llamó por teléfono a la Guardia Civil.
Al medio día del lunes quitaron de allí definitivamente los
vehículos y el coche estuvo varios días presente en la puerta del Cuartel de la Guardia Civil de la Magdalena , mientras
tanto todos los trabajadores que pasaron por allí dieron su versión del
accidente. Al poco tiempo ese Cuartel de la Guardia Civil , fue trasladado
al Barrio de Cañero, en la Calle Federico Mayo.
Hablando de accidentes, el día 11 de octubre de 1955, y
mientras se construía la techumbre de los Talleres generales, zona de
fundición, se hundió parte del techo y resultaron heridos 24 trabajadores, que
rápidamente fueron llevados a centros sanitarios. Casa de Socorro, Cruz Roja y
Seguridad Social. Precisamente ese mismo día había estado visitando las obras
el ministro Girón, que ante el accidente y de acuerdo con el gobernador, dio un día de permiso al personal de la obra para
dar tranquilidad a las familias.
LOS SUELDOS
Entre el año 1953 y el 1956, en que terminaron las obras
(la mayoría), de los sueldos que percibían estos trabajadores semanalmente en
el año 1953, era los siguientes:
Encargado 257.52
Horas 84.30
Oficial 198.17
Horas 56.20
Ayudante 168.44
47.77
Al final de mes cobraban los puntos a 98 pesetas el valor
por hijo aproximadamente. Los puntos o subsidio familiar era un beneficio que
cobraban todos los trabajadores por el
número de hijos que tuvieran.
VISITAMOS LAS OBRAS
Los Salesianos por aquellos tiempos, tenían en sus
costumbres didácticas lo que era “El Corro” y el “Cuadro de Honor”, Con estos
métodos intentaban estimular a todos los alumnos. El que conocía bien la
lección subía puestos en el “Corro” y había siempre una disputa por estar de
los primeros. Al final de mes, a los que mejor puntuación obtenían en las notas
los encuadraban en un denominado Cuadro de Honor.
D. José María Izquierdo, en aquel curso de 1954-1955, se
hizo cargo de las Escuelas Gratuitas, sustituyendo a D. Jesús Amable Vicente, y
tomó por norma organizar todos los meses, una especie de perol con todos los
alumnos que salían en el Cuadro de Honor. Casi siempre este perol, se hacía en
la zona de “bellotas” de la
Campiñuela , finca que lindaba con las obras de la Universidad Laboral. En el mes de diciembre de aquel año, y
después de haber presenciado como el tren arrollaba un cochino cerca de la casa
del guarda-vías, que no era otro, que el padre de Torralbo, (alumno también del
Colegio), nos dirigimos al Puente de los Piconeros, sobre la confluencia de
varios arroyos que eran linde natural de la Universidad Laboral.
Una vez en el campo, unos se dedicaron a jugar a la pelota, otros a coger
bellotas y otro grupo decidió otear las obras, para lo cual pasamos por debajo
del Canal de Guadalmellato y llegamos a la zona de obras, que nos llamó la
atención por la cantidad de “andamios” y personal que allí trabajaba. Los
mayores de aquel grupo (pertenecían a la última clase), eran García Cívico,
Benítez Gómez, Alfredo Herrera, Rafael Arévalo, Urbano Milla, etc. etc. todos
íbamos detrás de ellos, y pudimos ver el ritmo de trabajo que tenían aquellos
albañiles, unos con gorra, otros con pañuelo a la cabeza, otros, hasta con
boina, para evitar de esta forma que se les ensuciara el pelo de la cabeza. No,
en aquella época todavía no se utilizaban los cascos de protección , pues esta
era una prenda que solo se observaba en las inauguraciones y sobre la cabeza de
los que mandaban, como nos mostraba el NODO. Con los carrillos cargados de
mezcla, subían rampas importantes que con toda seguridad requería un esfuerzo
titánico. Eso era la construcción y a juicio de los mayores eso suponía mucho
trabajo. Quizás la mayoría de los que he mencionado, tomaron buena cuenta de
ello y optaron por la banca o el hacerse funcionarios.
La colocación que mejor recuerdo de aquellos mayores, fue
la de Alfredo Herrera, éste era un alumno con muy buena redacción y se planteó la
necesidad de colocarse en el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, en
el puesto de “botones”. Esta colocación la resolvió D. José María Izquierdo, dándosela al citado Alfredo Herrera, porque estando preparado como todos,
era el único que tenía bicicleta propia y aquí ésta era una herramienta
necesaria, para desplazarse al trabajo. Iba a trabajar a la primera Oficina del
Monte de Piedad que se abrió en la
Calle principal de Cañero y entonces este barrio, resultaba
muy alejado de lo que era la
Córdoba clásica. Allí iba de director López Acosta, un
empleado antiguo de aquel Monte de Piedad, de la Calle Ambrosio de Morales, que
más que un banco parecía un museo, por el estilo, el respeto y la suficiencia
que flotaba en el ambiente.
José López Acosta, era vecino de la Calle Roelas , y vivía en el
“Picadero” una casa muy grande, que era propiedad de D. Antonio Díaz Jaén, gran
amigo en el Colegio, de Manolete, y que era el dueño de “Almacenes San Antonio,
al servicio de la construcción”. Nosotros, que éramos chiquillos del barrio, le
ayudamos a José López Acosta, a llevar en un “triciclo” una máquina de
escribir, y un montón de papeles, carpetas y archivadores, que iban a formar parte del mobiliario
inicial de aquella Oficina. Organizada y puesta en funcionamiento la Oficina , el director José
López Acosta, con el tiempo, llegó a cargos directivos dentro del Monte de
Piedad, y el amigo Alfredo Herrera, el de la bicicleta, pasó a Casa Central,
para ocuparse del departamento de extranjero. Eran los tiempos en que el Monte
de Piedad y Caja de Ahorros del Sr. Medina, se sentía como una cosa propia de
Córdoba.
Yo, quedé impresionado por la obra de la Universidad y prometí
volver de alumno, cosa que hice en el año 1957, y entré en el Colegio Gran
Capitán, nombre que hasta sintonizaban bien con Córdoba.
LOS ANDAMIOS
Como hemos dicho en el mes de diciembre de 1954, tuvimos la
oportunidad de contemplar el enjambre de andamios que rodeaban todos los
edificios en construcción de la Universidad
Laboral. Allí se podía observar que toda la obra en sus
principales edificios creció simultáneamente a la vez. Y la verdad que se vieron por primera los andamios a base de tramos metálicos unidos entre si por el sistema de "chaveta". Todo el entramado, escaleras y pasillos de asentamiento para los tablones, se apoyaban en tubos perfectamente unidos por uniones "tipo chaveta", ese diseño era adelantado para aquellos tiempos, y se pudo ver también en la obra de la Residencia Teniente Coronel Noreña (1955) y en el Hotel Córdoba Palace.(1955). La empresa Agromán trajo de Madrid, a una cuadrillas de expertos en este tipo de andamios, y rodearon toda la parte exterior de los edificios de esa cobertura. También abundaron las primitivas "Bambas de soga", para el acabado y enlucido de fachadas, que consistían en una sujeción desde la altura a base de tablones en volada y contrapesados, con elementos armados de hormigón, como sacos, bidones y módulos. El movimiento de estas bambas eran accionados de forma muy pesada por los propios trabajadores con el sistema de "doble soga", e incluso con ayuda de compañeros a pie del suelo. Gracias a la eficacia y relativa rapidez de este sistema de andamiaje, se pudo simultanear tanta unidad de obra, para acabarla en poco más de tres años..
Este sistema de andamiaje multinivel y multidireccional, estaba basado en el correcto ensamblaje de barras metálicas verticales y horizontales, arriostradas con barras diagonales, todo en acero galvanizado en caliente. Los andamios estaban diseñados para ejecutar cualquier tipo de estructura, y tenía a su favor el factor "flexible", y la disposición de plataformas de asiento para tablones cada distancia de 0.50 a 0.70 m. de altura. Todo el ensamblaje de estos elementos metálicos era a base de una horquilla con chaveta basculante y auto-blocante. El sistema era rápido pues las cuñas en la barras horizontales y diagonales, entraban por su propio peso y solamente se le daba el aprieto. Estos sistemas de andamios como tantas cosas vinieron a España de Alemania.
Este sistema de andamiaje multinivel y multidireccional, estaba basado en el correcto ensamblaje de barras metálicas verticales y horizontales, arriostradas con barras diagonales, todo en acero galvanizado en caliente. Los andamios estaban diseñados para ejecutar cualquier tipo de estructura, y tenía a su favor el factor "flexible", y la disposición de plataformas de asiento para tablones cada distancia de 0.50 a 0.70 m. de altura. Todo el ensamblaje de estos elementos metálicos era a base de una horquilla con chaveta basculante y auto-blocante. El sistema era rápido pues las cuñas en la barras horizontales y diagonales, entraban por su propio peso y solamente se le daba el aprieto. Estos sistemas de andamios como tantas cosas vinieron a España de Alemania.
LOS ÁRIDOS
Toda la arena y grava que se necesitó para la obra de la Universidad Laboral ,
salieron del Río Guadalquivir, de la cantera denominada “El Arenal” (donde hoy
se pone la Feria
de Mayo). En estos trabajos de la arena intervino Rafael Lesmes Jaén “El
Negro”, vecino del Jardín del Alpargate, en compañía de unos cuatrocientos
trabajadores más, que llenaron a golpe de pala los 70-75 camiones de 6-8
toneladas, que transportaban diariamente el material a la obra. Este trabajo
fue cosa de 23 meses, de lunes a sábado. La cantera era de tres propietarios,
siendo el padre de Rafael Lesmes, con domicilio en la Calle Los Ciegos, uno de
los dueños. Rafael Lesmes, era vecino del singular “Carriles”, personaje
insustituible del Mercado de San Agustín y que notaba en su puesto de frutas y
verduras el dinero “fresco” que cobraban los albañiles del barrio que fueron
muchos.
Aquellas cargas y descargas, bien pudieron suponer unos 160
millones de paladas, bien de arena, grava, o material para hacer el mortero. El
total de material movido aproximadamente fueron unos 316.400 m2 ., sin contar
que al final se obtuvo de otra cantera situada en los Sifones (cerca del Puente
Mocho), el material para el afinado y la propia lima de los campos de deportes.
En cuanto al cemento se consumieron unos 200.000 sacos de 100 kg . todos de la factoría
ASLAND de Córdoba y que fueron transportados por Transportes Francisco Vaquero.
En cuanto al hierro de ferralla se consumió aproximadamente 3700 toneladas, de
todos los diámetros.
Se removió tierra para encajar la “planta” de la Universidad Laboral
en el desnivel que había entre el canal del Guadalmellato (frente a Luís de
Góngora se podía ver el desnivel), y la
vía del ferrocarril, luego se cavarían los sótanos, y los pozos para hacer los
cimientos, con lo que aproximadamente hubo necesidad de remover tierra en un
valor cercano a los 230.000 M3 . Hay que tener en cuenta que el desnivel del Patio
Central, con la Plaza
o zona del Paraninfo nos da una referencia en sentido de profundidad de las
dependencias y habitáculos que había en los sótanos. Y es que en los sótanos,
había todo un mundo de dependencias, además de los servicios y duchas de todos
los Colegios. Aquel pequeño campo de deportes, que estaba junto a la entrada de
los sótanos, nos mostraba a las claras las diferencias de nivel. No quiero dejar de recordar que por allí andaba el “despacho” de Cruz Carrascosa, el
encargado del material de deportes.
El suministro de losas para la Universidad Laboral ,
fue realizado por Almacenes San Antonio, que estaba ubicada su exposición en la Calle Alfonso XIII,
casi enfrente a la Estatua
de Osio. Este negocio era popular en aquellos tiempos porque patrocinaba un
espacio deportivo en RADIO CÓRDOBA, titulado “Minutos deportivos de Radio
Córdoba”, que se daba todos los días después del número de los “ciegos” y del
“parte” de Radio Nacional.
El contrato de suministro regulaba unas condiciones de
plazo a “ritmo de obra”, esto implicó que durante dos años aproximadamente,
fueran cinco camiones diariamente transportando este material.
Se suministraron cuatro tipo de losas para las
instalaciones interiores y que fueron las siguientes:
-Losa hidráulica de 40 x 40 para el interior de las aulas, salas
de estudio incluidas aulas de Talleres y sus oficinas. 10.860 M2 .
-Losa de chino gordo, pulida de 60 x 60, en dos colores
para alternar con los Colegios, habitaciones y pasillos de distribución. 25.600 M2 .
-Losa tipo “Tartessos”, chino de canto rodado, partido a
mano y pulido de 60 x 60, para pasillos de Colegios, hall delantero de
Comedores, incluso Paraninfo. 13.860 M2 .
-Losas hidráulicas con chino vasto para zonas de piscinas,
de deportes, galerías pórtico y patio central. 2.410 M2 .
Los arquitectos en sus lenguajes técnicos, suelen decir que
cuando hay muchos “vanos transparentes” en una edificación, lo definen como
para que se vea el aire. La Universidad
Laboral , por la abundancia de cierres y ventanas se puede
decir que se veía el aire por todos los sitios. Efectivamente, acostumbrados a
ventanas pequeñas de nuestras casas e incluso algunas veces con un cristal que
otro roto, al ver aquellos ventanales, nos quedamos sobrecogidos y totalmente
impresionados. De tanto andar de un lado para otro, durante los cinco años que
permanecí allí, sus medidas, sus elementos,
se nos quedaron grabados en nuestras retinas. Solamente no he conseguido
averiguar finalmente quien fue la empresa que suministró dicha carpintería, ya
que tengo dudas de que Perfecto Sillero, que era la empresa más puntera que
había en Córdoba, tuviera capacidad en aquellos tiempos en que estaba en la Calle Altillo , de suministrar
tanto M2 de carpintería.
Toda la carpintería se ejecutó en hierro “Perfil 34” laminado en caliente de
Mondragón, por otra parte, el perfil que estaba de moda en aquellos tiempos
incipientes de la carpintería metálica. Esta carpintería constaba de los
siguiente perfiles:
Marco
Hoja
Pilastra
Vierteaguas
Mainel para persianas
No pudimos tener nunca los planos de los distintos cierres
o ventanas en la mano, pero si en cambio tuvimos la oportunidad de memorizarlos
en nuestra cabeza. Luego los planos generales de la Universidad nos
completaron el dato a la hora de definir cantidades. Tenemos que decir que la
gran mayoría de la carpintería era practicable. Y toda era realizada en el
“perfil 34”
que antes hemos mencionado.
No pretendemos citar el número de ventanas o cierres que
había por aquellos edificios o pasillos, lo que si hemos evaluado los
siguientes datos:
La carpintería debió suponer un montante de unos 13.600 M2 . y para ello se
debieron gastar muchas barras de perfil, Marco, Hoja, Pilastra, Mainel,
Vierteaguas, y pletina para fallebas. Podemos decir que en dato aproximado y para
realizar esta carpintería se debieron de dar unos 205.568 cortes en tronzadora.
Corte de Marco, Hoja, Pilastra, Mainel y Vierteaguas.
El número de bisagras que debieron emplearse estuvo cerca
de 44.376 bisagras.
Se realizaron soldaduras (abrir el arco), para soldar los
perfiles, las bisagras, en número superior 187.944, puntadas o pequeñas
soldaduras, lo que debió suponer un consumo aproximado de unos 14.000
electrodos “supercitos” de 3.25
mm . y de 2
mm .
También se debieron gastar una enorme cantidad de discos
abrasivos de corte y repasado de soldaduras.
Hay que hacer resaltar que las manivelas de las ventanas
era doradas y que los cierres tenían compases de apertura, con tornillos
regulables también dorados
El “perfil 34”
era la que se llevaba en aquella época como solución metálica para las ventanas
y los cierres. Justo será decir que a la persona que yo he visto trabajar este
tipo de carpintería con mas eficacia y rendimiento ha sido un tal Florencio Ruz
Castillero, de la extinta Unión Cerrajera Cordobesa.
Al hablar de la pintura tengo la referencia que me dio
Pedro Guarnizo, pintor que trabajó en aquella CENEMESA, y coincidió con
compañeros que habían trabajado con él en
“Navajitas”, con los Palomino, y en el Parque de Automovilismo, caso de
Pulido, Fernández, Pino y Merlo. El, Pedro Guarnizo, trabajó con Navajitas, el pintor de la Calle Abejar , que se significaría
por ser intimo amigo de Eloy Vaquero Cantillo, “Zapatones”, político, que fue un corto periodo Alcalde de Córdoba y
Ministro de Instrucción Pública al comienzo de la República. A
pesar de esta anécdota de aquellos tiempos de la República , toda esta
familia, “Los Navajitas” han sido todo un referente muy importante en Córdoba,
y de forma especial en la zona del Realejo de Córdoba.
Pedro Guarnizo, a pesar de pertenecer a la empresa de
“Navajitas”, llegó a trabajar durante algunas semanas en la Universidad Laboral ,
pues fue cedido durante un tiempo para completar las necesidades iniciales del
trabajo. El mismo nos contó de su experiencia en la Universidad en donde se
empezó de lleno a utilizar las pinturas plásticas con el rodillo. Hombre
dicharachero y animoso con sus amigos, comentaba un día en la barbería de “Marchena”
en la Puerta
del Rincón. “Hay que ver las vueltas que da la vida, yo trabajé en la Universidad Laboral
de pintor, y ahora en la fábrica, tengo de jefe de taller a Nemesio Cabrera Alcántara,
que fue profesor de aquella Universidad y de subjefe a un nieto de Rafael
Navajas Luna “Navajitas”.
Quiero hacer un aparte para mencionar a "Marchena el barbero" que en realidad se llamaba Antonio Luque, y que era un gran amigo del torero Manuel Calero "Calerito", hasta el punto de compartir a instancias del torero, un último cigarro ya en el lecho de la muerte. "Marchena el barbero", era toda una institución en la Puerta del Rincón.
Quiero hacer un aparte para mencionar a "Marchena el barbero" que en realidad se llamaba Antonio Luque, y que era un gran amigo del torero Manuel Calero "Calerito", hasta el punto de compartir a instancias del torero, un último cigarro ya en el lecho de la muerte. "Marchena el barbero", era toda una institución en la Puerta del Rincón.
LA ELECTRICIDAD
La empresa que hizo
la instalación eléctrica fue ABENGOA, y de principio se habilitaron tres líneas
de 20.000 voltios, con tres transformadores de 1.000 Kva. La potencia instalada
fue de 8.000 kilowatios aproximadamente. A los pocos años y por motivo de
cambiar la calefacción de los talleres (supuso levantar el suelo y empotrar las
resistencias), implicó ampliar la potencia de la subestación. El profesor
Gallegos de electricidad participó en la instalación eléctrica como trabajador
de ABENGOA.
En la Universidad
Laboral fue en donde primero pudimos contemplar el uso masivo
de lámparas fluorescentes, y porque no, también padecimos en las horas de
estudio el ruido que producían algunos tubos ya rendidos. Dichos tubos
fluorescentes estaban embutidos en unas lámparas rectangulares que colgaban del
techo, con protección en rejilla de metacrilato a cuadrados pequeños. La luminosidad
de cada aula, era optima.
Los trabajos de fontanería se le adjudicó a la empresa
madrileña, MONTESA S.A, que eran expertos y punteros en temas de calefacción.
Ellos asumieron todo el trabajo de calderas, calefacción y conducciones
generales. La fontanería de duchas y servicios de los Colegios, fue
subcontratada a empresas de Córdoba, entre las cuales se encontraba Vicente
Gordillo. Incluso se perfiló la conducción de agua que pasa por debajo del
puente del ferrocarril para alimentar la zona de regadío agrícola que quedaba
entre la vía y la carretera de Madrid. Esa zona agrícola estaba dirigida por el
ingeniero agrícola D. Francisco Corazón.
La calefacción constaba de 4 calderas de 3.500.000
Kilocalorías fabricadas por la empresa Vulcano de Vigo. Al frente de ellas
quedó el eficiente y simpático Sr. Borrego.
El impermeabilizado de las cubiertas lo realizó la empresa
IMAPA cuyo delegado en Córdoba, terminó siendo el yerno de Miguel López Salas.
Este delegado con el tiempo y aprovechando el tirón de la construcción, ganó
mucho dinero y terminó comprando la emblemática “Finca Piquin” en la sierra de
Córdoba.
LOS PUPITRES Y
MOBILIARIO
Los pupitres y mobiliario de comedores, mesas de
profesores, aulas de dibujo, ect. fue suministrado por la empresa cordobesa
Luís Aranda Martos, que en torno a una estructura metálica a base de tubo
redondo, pintado en negro, que se fabricaba en una pequeña industria de la Calle Hornillo (Costanillas),
montaron ellos los pupitres y mobiliario de las aulas, los estudios, incluso
todos los muebles de comedores. En el
callejón sótano que había debajo de los comedores y cocinas, era a donde iban a
parar todos los pupitres y muebles en reparación. En los primeros tiempos los
reparaba Rafael Gómez, hijo del "Sevillano" y sobrino del famoso "Parritas", de San Lorenzo, que al igual que el padre y su hermano mayor, vivían en la Calle El Cristo de San Lorenzo y era empleado de Luís Aranda.
EL ABASTECIMIENTO DE
AGUA
La empresa AGROMÁN había previsto la instalación de una
planta potabilizadora de agua, que se nutría del Canal del Guadalmellato, que
pasaba justo detrás de la futura ubicación de la Universidad Laboral ,
al frente de esta planta pusieron a un hombre grandón, todo bondad que se
llamaba Javier Merino. Al terminar las obras y como la Universidad necesitaba
el lógico suministro, los dominicos, administradores de la futura Universidad,
contrataron a este hombre que se jubiló con 70 años. Hay que hacer resaltar que
las orillas del canal estaban llenas de moredas que daban exquisitas moras.
LOS QUE RAJABAN
No podíamos terminar esta serie de comentarios, datos y
curiosidades entorno a la Universidad
Laboral , sin mencionar la propaganda en contra que de forma
reglada y sistemática, hicieron algunos medios de comunicación. Tal es el caso
de la emisora de radio clandestina que controlaba el PCE.
A Radio España
independiente, no se le escapaba para nada la marcha de las obras de la Universidad Laboral ,
“LA PIRENAICA ”
como la bautizó Dolores Ibárruri, empezó a emitir el 22 de julio de 1941, era
una emisora dominada por el PCE, en un principio estuvo emitiendo desde Moscú
pero luego más tarde lo hizo desde Rumanía. Los locutores Enrique Castro
Delgado, Jacinto Barrio y José Sandoval, tenían elaborados programas continuos
contra todo lo que se movía en España, y las Universidades Laborales, no iba a
ser una excepción. Desde el punto de vista laboral intentaron sin éxito que los
trabajadores que trabajaban en la Universidad Laboral ,
se negaran a colaborar con el régimen. Llegaron incluso a plantear
comparaciones con la obra del Valle de los caídos en la que según ellos fueron
masacrados miles de presos políticos.
Pero a esta emisora, pronto se le vio el plumero de su
propaganda, ya que a principios del mes de junio de 1953 varias fábricas de la Checoslovaquia
comunista se pusieron en huelga. Pero en el paraíso de los trabajadores estaba
prohibido dejar de trabajar, de modo que las huelgas terminaron en agrios
enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. Fueron los trabajadores
de la fábrica SKODA, los que incluso en señal de protesta pusieron una bandera
americana en la fachada de un Ayuntamiento. Pronto y con mano dura, Stalin, acabó
con todo esto y mandó los tanques contra los trabajadores de la ciudad de
PILSEN, cortando más adelante todas las cabezas del propio partido comunista
que fueron necesarias. Más tarde fue en el propio Berlín Este, dominado por la Unión Soviética , en donde se
volvieron a dar huelgas en protesta por los bajos salarios, en esta ocasión
fueron los albañiles, los que protestaban bajándose de los andamios.
La emisora Pirenaica, como emisora del PCE, todo esto lo
omitía en su cacareada información “socio laboral” y si acaso comentaba algo,
decía que “agentes del imperialismo” querían alterar la paz y la tranquilidad
de los trabajadores. Pero aquí, dirigiéndose a los españoles, y en el colmo de
la propaganda llegaron a decir:
“Que las
Universidades Laborales, eran un instrumento más del régimen, para quitarle a
la clase trabajadora la gente que pueda valer y dejarla huérfana”.
Eso lo repetían una y mil veces y con toda seguridad debían
de tener a alguien infiltrado entre los trabajadores, porque llegaban a
entablar “comparaciones de los tratos que se daban” para intentar sublevar a
los albañiles. Cualquier cosa que ocurría dentro de la obra, ellos tenían
información oportuna y la comentaban a su manera. Pero inevitablemente la obra
de la Universidad Laboral ,
seguía y cumplía todos sus pasos. Al estar la obra en las afueras de Córdoba,
se hizo necesario el transporte diario de trabajadores, y éste se llevaba a
cabo, en camiones en donde los trabajadores
iban de pie y agarrados a sendas barras colocadas en el techo de la caja del
camión. Sobre este tema, dijeron que a los trabajadores los llevaban “como
cochinos” a trabajar. Pero la realidad era de que en Córdoba, ni en provincia había autocares suficientes para llevar todos
los días a los trabajadores. Todos estos comentarios de “La Pirenaica ”, se
reproducían a diario en el “Bar la
Espuela ”, en donde había una importante clientela del PCE.
Por tanto, la obra de la Universidad Laboral ,
lo que pudo significar para los hijos de los trabajadores, tuvo desde sus
inicios, una oposición feroz por parte del PCE.
El padre de Julián Contreras Cantador, que trabajó de
listero, hablaba de que había aparcamientos organizados para miles de
bicicletas BH y unas pocas menos de ORBEA y otras marcas. Cuando llegaba el
invierno y terminaban la jornada con las primeras luces de la tarde, se veían
bajar por la cuesta de Rabanales, una caravana interminable de bicicletas con
sus faros encendidos, afortunadamente por aquellas fechas, la Casilla de Peones
camineros y sus vecinos, eran testigos diarios de que por allí apenas si
pasaban coches. La fuente que había hacia la derecha de la cuesta, era agua y
parada para muchos ciclistas que iban a trabajar, la instalación de la fábrica
de Cervezas el Águila, al parecer provocó su contaminación y lógicamente
terminaron por quitarla.
En la hora de la comida había trabajadores que se
desplazaban a la cercana Alcolea, pero la gran mayoría comían a pie de obra, la
comida que solían llevar en aquellas escurridas taleguillas, en la mayoría de
los casos, potaje o la clásica tortilla y algo de picadillo.
Afortunadamente aquella obra se pudo terminar y fuimos
muchos hijos de trabajadores, los que pudimos disfrutar de todo lo bueno que
nos dieron la Universidades
Laborales. Con toda seguridad al PCE, le hubiera gustado que
en vez del “Cara al Sol” se hubiera cantado “La Internacional ”, pero
a los alumnos, tanto un himno como el otro, nos “La traía al pairo”. Para la
mayoría de nosotros lo importante era la formación humana y profesional que
allí nos dieron y porque no decirlo, también las “habichuelas a la vinagreta”
que Casilda, Rafaela Blanco y la señora Madueño, cuidaban de prepararnos con todo el esmero del
mundo.