martes, 27 de agosto de 2013

HA MUERTO UN HERMANO MAYOR

El día 13 del mes de agosto nos llegó la triste noticia de la muerte de José María Gutierrez “El Guti”, como cariñosamente se le conocía por la parroquia de San Lorenzo y que fue Hermano Mayor del Calvario de 1980 a 1992. Durante los últimos años le había tocado cargar con una Cruz de sufrimientos que sólo las personas ejemplares pueden soportarlo con la resignación cristiana que el lo hizo. José María tenía 62 años, y era un hombre dotado de unas cualidades de humanidad únicas. Trabajador incansable, gran amigo de sus amigos y un ser tan humano e irrepetible por muchas cosas.

En una ocasión me relató José Bojollo Arjona, que Juan MartÍnez Cerrillo gran devoto de Nuestro padre Jesús del Calvario, con todo lo que él podía saber de Cristos e imágenes, tenía una devoción especial por este Cristo de San Lorenzo en Córdoba, dicen que cuando fue a casarse el cura de la Iglesia del Juramento don Antonio García Laguna, le ofreció la solemnidad de su altar para su boda, no en balde y por aquella época allí se casaba toda la gente importante de Córdoba. Pero el joven imaginero cautivado por el Cristo del Calvario prefirió casarse ante su altar en la Parroquia de San Lorenzo. Y si su devoción la demostró en los momentos felices de su vida, también al morirse y cuando aún tenía su plena conciencia le dijo a su familia que quería ir para el “gran viaje” con la túnica del Calvario.

Hemos reseñado aquí el amor y la devoción que un imaginero sintió por el Cristo del Calvario, ahora nos tocaría decir que JOSE MARIA GUTIERREZ CASARES, un hombre bueno, amable, conciliador y gran trabajador, entregó buena parte de su vida por su HERMANDAD del CALVARIO, de la que fue su Hermano Mayor durante doce años y la verdad es que yo he conocido a bastantes y buenos Hermanos Mayores: Pérez Casas, Parejo, Martinez, De la Cerda, De la Haba, García, Romero, etc. etc,  pero la capacidad de compromiso, la entrega y el trabajo que observé en José Maria, para mi fue único y providencial para mi Hermandad.

A su amigo de alma y compañero en tantas vicisitudes en la Hermandad, Pepe Vivas, le pedí una pequeña semblanza de José María y el me dijo:

“No te sé decir exactamente cuando ingresó en la Cofradía. Yo llegué a la hermandad en 1965 o 66  de la mano de mi  madrina para acompañar de nazareno a su hijo que era muy pequeño. Es decir, que tendría 5 o 6 años y yo diez más. Por ese tiempo ya conocía yo a José María porque estudiábamos en la academia Alcántara en la calle Alfaros. Yo salí en la procesión un par de años con mi primo y arrastré a José Mª a que me acompañara. Sería probablemente 1967 o 1968. Desde entonces el Señor del Calvario ha querido que le acompañáramos para siempre.

En los años 70 ya siendo veinteañeros, ambos desempeñamos algunos cargos en la junta de Gobierno. Me acuerdo que yo entre en la Junta de Gobierno como vice-secretario. (El Secretario y por tanto la persona de la que yo dependía era José Estévez) José María desempeñó varios cargos desde el año 72 en que comenzó su mandato como Hermano Mayor Fernando Romero. En estos años varios amigos se unieron a nosotros: José Manuel Muñoz, Julián Hurtado que estudiaban con nosotros el bachillerato nocturno en el  Instituto Séneca.  

En Córdoba ya había en las cofradías un movimiento joven que se iba imponiendo. (La primera cuadrilla de hermanos costaleros de los Estudiantes en la Expiración que sacó Ignacio Torronteras Paz)  Y ya las hermandades tenían necesidad de ser algo DURANTE TODO EL AÑO, y no sólo en la Cuaresma como lo habían sido antes.

En 1980 se cumplieron los dos mandatos de Fernando Romero, y fue él el que vio en José María Gutiérrez a la persona idónea para sucederle al frente de la Hermandad y creo que no se equivocó. JOSE MARIA era un trabajador incansable y muy conciliador. Así que se formó aquella Junta de Gobierno de jóvenes no sin el recelo de mucha gente incluida la propia Agrupación de Cofradías. ¡Ya veremos que hacen estos! Decía su presidente en el diario CÓRDOBA refiriéndose a la juventud en las cofradías”.


OPINIÓN SOBRE ÉL

En el mundo cofrade desde hace años se han ido acumulando una serie de palabras hechas que han dado lugar a un vocabulario propio de las cofradías, así podemos oír que “Chicotá”, “Bacalao”, “Madrugá”´, “Levantá”, etc. etc. todo ello pertenece a un mundo evolucionado y rutinario en la forma de explicar la Semana Santa. Pero por encima de esas experiencias tenemos la opinión de Pepe Bojollo, setenta y tres años como sacristán de la parroquia, que para definir a los Hermanos Mayores y por experiencias vividas empleaba estos tres vocablos:

El Hermano Mayor “Florero” que sólo estaba para las fotos.

Luego estaba El Hermano Mayor “Ni fu ni fa”  que siempre se quitaba de en medio escurriendo el bulto.

Y finalmente, estaba el Hermano Mayor “Trabajador”, esa persona que de forma anónima, trabajaba intensamente por su hermandad.

Pero en el caso de José María Gutiérrez Casares, tengo que decir que ahora que está de moda el bilinguismo con el inglés, hay una palabra que le viene como anillo al dedo; “ONLY”, esta palabra nos indica que fue un Hermano Mayor único, singular y providencial, y esto no lo digo yo, esto lo decía D. Valeriano Orden Palomino, antiguo párroco de San Lorenzo.

Y es que él llegó a esta Hermandad en un tiempo totalmente necesario para la Historia, fue el hombre Providencial, que supo sacar del atasco y la atonía a esta Hermandad que era la seña de identidad de este antiguo y popular Barrio de San Lorenzo.

Efectivamente a su llegada a la Hermandad, ésta no pasaba por sus mejores momentos, pues su situación era poco menos que precaria. Era muy normal oír a los propios hermanos lamentarse “veremos a ver si el año que viene sacamos a la Virgen”, Todo eran un cúmulo de problemas y dificultades.

Con todos aquellos lamentos y malos presagios, quiso poner fin de una vez por todas el bueno de José María, para lo cual como hemos dicho se apoyó fundamentalmente en su amigo del alma Pepe Vivas, en quien encontró el apoyo preciso que necesitaba para su aventura poco menos que ilusionante. En ningún momento se creyeron que lo sabían todo, sino que se rodearon de gente preparada y capaz, para lo que escucharón a muchas personas que les supieron aconsejar por la senda y el sentido cristiano de cómo tenía que ser la Semana Santa.

Toda su ilusión inicial y sus enormes ganas de trabajar las cuantificaron en reuniones serenas y conciliadoras que ya tenían lugar en un local que le había cedido la parroquia. Atrás quedaban las reuniones que celebraban en aquella casa prestada de la Calle Roelas o en casa del droguero Alfonso. El nuevo local era pequeño y profundo, pero más profunda fue su voluntad de sacar a flote todos estos proyectos.

El nunca solía asustarse de los números, solamente le pedía a su Cristo del Calvario, la salud y las fuerzas suficientes para llevar a cabo cualquier empresa.

Lo primero que propició fue el tener una cuadrilla de costaleros, cuadrillas, que ya funcionaban en otras cofradías. Para ello se rodeo de los colaboradores idóneos en todo momento. Y él  se exigió  el noble reto de que la Hermandad a la que ya amaba profundamente, recobrara toda la solera que tuvo en la antigüedad. El deseaba una Hermandad que funcionara durante todo el año y no solamente en la Semana Santa.

Tomando siempre las decisiones de forma colegiada, pensó en el gran proyecto de hacerle al Cristo, un trono acorde con su categoría y belleza. En 1985, la  Junta Directiva tomó contacto con un grupo de imagineros, que les fue recomendado por expertos amigos, que en todo momento les dieron asesoramiento y consejo para consultar maquetas, diseños y precios. Ese paso, que supo dar nuestra cofradía, significó un hito en la Agrupación de Cofradías, pero gran mérito fue tuyo José María. 


LA OBRA DEL PASO

-En el año 1986, pusiste en la calle el “tarugo” aquel pedazo de madera sin tallar, pero con unas formas que causaron la sorpresa y admiración al mundo cofrade.

-La parihuela. El canasto sin tallar y los candelabros sin terminar
Presupuesto: 1.490.000 pesetas.

En el año 1987 se terminaron los candelabros y la talla del canasto con la crestería:
Presupuesto: 1.650.000 pesetas.

En el año 1988 se estrenaron los respiraderos y los candelabros chicos:
Presupuesto: 1.380.000 pesetas.

En el año 1989 se compró el local para guardar el paso que ya no se tuvo que ir para los talleres de escultores.

En el año 1990 comenzó a dorarse por los candelabros y la cresteria y se compraron las coronillas de los guardabrisas, el llamador y se doraron.
Presupuesto: 1.265.000 + 75.000 pesetas

En el año 1991 se doró el canasto y cartelas:
Presupuesto: 2.820.000 pesetas

En el año 1992, cuando acaba el tercer mandato de José María, se terminó el dorado de los respiraderos.
Presupuesto: 2.000.000 pesetas

Importe total del paso 10.682.000 pesetas, pagadas todas puntualmente. En seis años cumplió su precioso proyecto de trono para su Cristo del Calvario.


LA CASETA DE FERIA

Y para conseguir todos estos dineros amigo José María, tú y tu equipo llevasteis a cabo el proyecto no menos importante de la CASETA DE FERIA en la que todos trabajasteis y mucho, pero tú como en tantas ocasiones y en eso del trabajo, siempre dabas el primer paso.
 
La Caseta del Calvario, tú Caseta, marcó un antes y un después en la feria de Mayo Cordobesa. Cuando estabais en la Victoria, convocabas a la gente al grito de: “EL CALVARIO DE SAN LORENZO”, tenías hasta mucha imaginación para atraer a la gente de Córdoba, y el resultado ya se vio pues por vuestra Caseta, pasó más de media Córdoba, convirtiendo el proyecto en un éxito económico. La Caseta del Calvario, en la Feria de la Victoria, fue como un gran estandarte de la Hermandad. Bien es verdad como me recordaba el otro día Jesús del Prendimiento, que la primera caseta de Feria la pusisteis a medias con el "Prendi" como dice él, y que tu amigo Pepe Vivas, hizo un solemne cartel de portada en donde destacó una enorme I latina en forma de cirio encendido. 

Siempre se ha dicho que detrás de un gran hombre hay una gran mujer y este ha sido el papel de Mari Carmen Jimenez, en tu vida como cofrade del Calvario. Al poco de ser nombrado Hermano Mayor, se celebró vuestro matrimonio que os dio dos hijos más para aumentar la cuenta de cofrades de la Hermandad. Tu esposa mejor que nadie sabe de tus desvelos y entrega, ella mejor que nadie ha sabido de tus padecimientos que minaron tu salud, ella mejor que nadie sabe de la casta de buen cordobés que has sido siempre, pues después de tus ocupaciones, después de tu hermandad, estaba tu otra pasión que era el equipo de tu ciudad “EL CÓRDOBA CF”. Y es que has sido bueno y ejemplar para todo.


SU FUNERAL

En su funeral celebrado el día 14 a las siete de la tarde en la Parroquia de San Lorenzo, ni el agobiante calor ni las ausencias por vacaciones impidió que la gente que le quería llenara la Iglesia. Su párroco D. Antonio Gil Moreno, que acostumbra a impartir su catequesis mediante brillantes y fluidas homilías, se sintió un tanto “entrecortado” al mencionar el nombre de José María, con toda seguridad, recordaría las de veces que se le ofreció como voluntario para cualquier trabajo o colaboración a favor de la Parroquia.

Me comentaba el otro día Pepe Bojollo, sacristán asiduo de San Lorenzo desde 1942, que para él, has sido uno de los Hermanos Mayores más importantes en la Historia de la Hermandad:

 “Mira que yo he conocido esta Hermandad desde los tiempos de D. Juan de Austria y Carrión, y han pasado por ella muchos y buenos Hermanos Mayores, pero yo siempre me he asombrado de la entrega y la capacidad de trabajo de este hombre, que incluso con una pierna recién operada venía todos los días a la parroquia a dar una vuelta. No me explico cómo al coche no se le hundía el techo de tantas cosas como le cargaba encima, yo, tengo que decirlo, a José María lo apreciaba mucho”.

Si Juan Martinez Cerrillo quiso “marcharse” revestido de la túnica de su Cristo del Calvario, tú, como siempre, trabajador infatigable, te quisiste ir después de haber llevado la Cruz del Calvario, durante el tiempo que duró tu penosa enfermedad, que supiste llevarla con gran entereza y toda la resignación cristiana.

Allá desde el Cielo que tanto se mereció, se alegrará como buen cordobés y cofrade, del "VIA CRUCIS MAGNO POR LA FE" celebrado en su querida Córdoba, en estos días. 

Pero no cabe duda de que echará mucho de menos la presencia de su Hermandad el Cristo del Calvario, que en sus estatutos de 1772, (por lo que es una de las más antiguas de Córdoba), tiene en su recorrido, la realización del Via Crucis, que desde muy antiguo lo llevaba a cabo recorriendo los Campos del Marrubial, dando el Señor, incluso la bendición. Quizás tú desde allí que lo ves todo "más claro" lo entiendas, porque aquí nos hemos quedado muchos hermanos sin entenderlo.





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