martes, 13 de noviembre de 2012

LA RUEDA DEL TIEMPO


La rueda del tiempo gira y las eras llegan y pasan, dejando detrás de si recuerdos que se convierten en leyenda. Se nos van muchos amigos de los que solamente nos queda su recuerdo y alguna que otra foto. Es ley de vida, y así tenemos que aceptarlo.

En esa leyenda existe como una especie de Poder Único, que es el que hace girar la rueda del tiempo, afectándonos a todos mientras estamos en este mundo. Todos estamos expuestos permanentemente a girar en el sentido de la rueda, por lo que unas veces estaremos arriba y otras abajo. Desgraciado de aquel que no gire en torno a la rueda de la historia, pues tendrá poco que contar.

Se dice que  esa hipotética rueda consta de 7 radios, y que estos están entramados en el tejido social y en el devenir de la vida, y que unas veces nos toca estar arriba y otras abajo según el perímetro de la rueda. Desde cada posición se ven las cosas de forma distinta. El progreso, el triunfo, nos sitúa encima de la rueda, por el contrario los problemas y las calamidades, nos relegan a la parte inferior de la rueda. Esto explica muchas veces los cambios que muchas personas que nos parecen importantes han experimentado en sus vidas, ideologías o discursos. En la riqueza, el progreso o la política, todo es, estar arriba o debajo de esa rueda de la vida que gira inexorablemente.

ORIGEN DE LA RUEDA

Los estudios estiman que la rueda fue inventada en el 5º milenio antes de Cristo, en  Mesopotamia, en la antigua región llamada como el CRECIENTE FÉRTIL, y en realidad empezó como una utilidad del alfarero.

Luego se aplicó a carros y vehículos de tiro con animales. En el 4º milenio, la rueda llega a Europa y Asia, sin embargo es en Eslovenia donde aparece de forma evidente. No obstante hay autores que hablan de vehículos chinos con ruedas alrededor del año 2000, antes de Cristo. Entre las culturas americanas, se han encontrado objetos tipo de juguete, que datan alrededor de 1500 años antes de Cristo.


LA RUEDA EN EL ESPACIO

El 12 de abril de 1961, todos nos enteramos de que Yuri Gagarin, un joven piloto soviético, se convirtió en el primer ser humano que viajó al espacio. Aquella noticia la recreamos nosotros en el Colegio San Alberto (Universidad Laboral de Córdoba), porque al Padre Carlos, le apasionaban estos temas y les pidió a un grupo de compañeros encabezados por Rafael Ojeda Amate y Francisco Morales Cerezo, que hicieran un mural y que hablaran del primer Sputnik, lanzado por los rusos, del segundo en el que viajó la perrita “Laika”, y de aquel vuelo de Yuri Gagarin, que ya fue una aventura más importante, pues se puso por primera vez a un hombre en órbita. La perrita “Laika”, murió poco después de aquel lanzamiento, que se había celebrado el 3 de noviembre de 1957, al parecer murió dentro de la misma cápsula.

En aquel mural se recalcaron las palabras que pronunció Yuri Gagarin: Pobladores del mundo, salvaguardar esta belleza, no la destruyamos.”

Yuri Gagarin se convirtió de la noche a la mañana en uno de los hombres más famosos del mundo, incluso se le asignaron frases polémicas, a resulta de una entrevista que le hicieron, en el sentido de que si en las alturas había visto a Dios. A lo que según parece el contestó más o menos: “No lo he visto, Dios no existe.”.

Tiempo después le hicieron la misma pregunta al astronauta americano Gordon Cooper y dijo: “Para ver a Dios no necesito subir a las alturas, lo llevo dentro de mi”


A aquellas polémicas palabras de Gagarin, contesto un fraile capuchino desde un periódico italiano diciendo. “Para ver a Dios, hace falta montarse en la cápsula de la Humildad y acelerarse a la Velocidad de la Luz”.  Dando a entender que el hecho de ver a Dios, no solamente era problema de la tecnología.

La vida de este astronauta, no fue todo de color de “vino y rosas” y para colmo falleció en un vuelo experimental poco antes del famoso “Mayo del 68”, que tanto quiso representar para la juventud de Europa. Una de las primeras experiencia que se aprovechó de este viaje espacial, fue la adopción de cinturones de seguridad para los coches de fórmula uno. También surgió la casualidad de que el 12 de octubre de ese año se le concedió la Independencia a Guinea Española.

RODANDO POR EL ESPACIO

Los americanos tenían la espina clavada con los vuelos sovieticos que le llevaban cierto adelanto, y es que los rusos en cohetería estaban bastante más avanzados tecnológicamente, pues tenían a Sergei Korolev, que era una autoridad mundial, a pesar de que murió muy joven. Por eso los americanos, de la mano de Werner von Braun, otro fuera de serie, con su proyecto Mercury, lanzaron al espacio a John Glen, para que orbitara un par de vueltas alrededor de la Tierra. (Marzo 1962). Los americanos que estaban deseosos de poder “contar” algún éxito, le dieron a este vuelo todo el relieve del mundo haciendo ver claramente, que era la “llave” para llegar a la Luna. John Glen, fue acogido como un héroe nacional e incluso la familia de los Kennedy lo acogió en su clan familiar como amigo. Luego se dedicaría a la politica y fue Senador por el partido demócrata.

Cuando John Glen estaba aún recogiendo homenajes y aplausos, aquí en España y en un partido disputado en Huelva, el Córdoba CF., subió por primera vez a Primera División. Fue el 1 de Abril de 1962, en un partido que el Córdoba, ganó por 0 a 4. Rafael López Cansinos, nuestro mejor locutor de Radio Córdoba, cantó los goles que Homar y Miralles (3) anotaron para el Córdoba CF.

Los aficionados cordobeses que presenciaron el exitoso partido del Córdoba, no tuvieron ni por un asomo, el recibimiento y los aplausos que le dedicaron a John Glen, sinó que al volver en sus autocares para la Ciudad de la Mezquita, fueron apedreados los coches al pasar por determinadas zonas rurales de Sevilla y Huelva.

Por fin se lograba el tan ansiado ascenso. Atrás quedaba aquel nefasto recuerdo del partido de San Fernando que el Córdoba perdió 1 a 0, y con ello la posibilidad del ascenso. Con motivo de la derrota de este partido un guasón puso en una palmera de los jardines de la Victoria, un cartel junto a un gato muerto que había al pie del árbol:

“Cuando el gato muerto se suba a la Palmera, el Córdoba subirá a Primera”.

Así estaban en Córdoba los ánimos a finales de Abril de 1960. 



ASTRONAUTAS EN LA LUNA

En el girar de la vida, recientemente ha muerto Neil Amstrong, el hombre que un 20 de julio de 1969, pisó por primera vez la luna, en una aventura que honra el esfuerzo y la dedicación de la humanidad. Según cuentan los que lo conocieron a este astronauta, era un hombre sencillo y que llevaba siempre su humildad a cuestas. Nada más pisar la luna dijo unas frases que había improvisado con su esposa:

 “QUE PEQUEÑO PASO PARA EL HOMBRE PERO QUE GRAN AVANCE PARA LA HUMANIDAD”.

Coincidió este enorme y osado avance tecnológico con el hundimiento en bancarrota de toda la industria de la relojería tradicional Suiza, a consecuencia de la aparición del primer reloj digital de pulsera de cuarzo con pantalla LCD, al que se llamó Casiotrón, por la casa CASIO, japonesa. (1969).

Aquella “bancarrota” de los relojeros Suizos, fue como un aviso de lo que se nos venía encima a todos nosotros en España, de aquellos países asiáticos. Podemos recordar como en aquellos tiempos se nos anunciaba a modo de propaganda:

LA SEMANA DE INDIA EN GALERIA PRECIADOS….”,

Aquel anuncio y otros muchos que se prodigaron por los grandes almacenes, fue como una antesala en primer lugar de la tiendas de “TODO A 100”, que con toda clase de artículos procedentes de Asia y a precios muy baratos inundaron nuestro país. (Era lógico que fueran precios baratos, ya que en aquellos países, se trabajaba prácticamente por el plato de arroz.) En un segundo avance, los productos que venían de estos países, empezaron a borrar del mapa industrias clásicas del zapato, del juguete, del sector textil, y de todo lo que se les ponía a tiro, haciendo un daño impresionante a nuestro ciclo productivo e industrial, creando paro y cierres de establecimientos sin cesar.

Volviendo al alunizaje, hubo espectadores que ya con este reloj CASIO en la muñeca, pudieron presenciar por televisión la llegada del hombre a la Luna, y algunos midieron hasta los segundos. Hoy modernamente se ha sabido de fuentes solventes, que aquella “operación espacial”, tuvo algo de osadía. No obstante y ante el éxito del primer alunizaje, aquello significó el volcar la balanza en una guerra fría que había entre dos concepciones del mundo. De un lado los rusos, que durante mucho tiempo habían liderado claramente la carrera espacial, con su supremacía en cohetería y los americanos que con este alunizaje zanjaban cualquier ventaja.

La guerra fría fué la protagonista entre estos dos mundos, y nutrió de información durante mucho tiempo a todos los periódicos a nivel mundial. Cada bloque tenía sus partidarios, y así se comportaban. Más que la verdad, se defendía de cualquier forma las ideologías. Eran dos grandes países, dos tecnologías y mucha propaganda al lado de cada uno. Periódicos, radios y televisión, continuamente se volcaban con uno u otro contendiente. Incluso hubo televisiones y medios informativos que acusaron a los americanos de haber poco menos que engañado a la humanidad con “AQUEL RODAJE” de un vuelo de aterrizaje en la luna a golpes de decorados. Los partidarios del “bando perdedor” no se resignaban a que eso fuera verdad y pretendían que la humanidad así lo creyera.

Pero al final las cosas se saben todas y hoy los pueblos tienen sensibilidad y comunicación para que nadie los engañe. La caída del Muro de Berlín, (1989), significó un antes y un después de muchas cosas.


EL ALUNIZAJE EN CENEMESA

Con independencia que media España pudo ver el alunizaje por la televisión, en Cenemesa-Westinghouse, ese tema también tenía actualidad, ya no era Cenemesa, el nombre de la empresa, sino que hacía poco tiempo que había pasado a llamarse Westinghouse. Efectivamente la mayoría de los inversores vascos del barrio de Neguri, se habían retirado del accionario de la empresa y se lo habían vendido a los americanos. Pues bien, ya en estos tiempos (1968), uno de los mejores ingenieros que tuvo esta fábrica, José Manuel Corral, nos explicó un día lo siguiente:

 “En la base de Cabo Cañaveral, hay torres de alimentación eléctrica que están protegidas por un interruptor DB-50, iguales a los que montamos aquí”.

Allí estaban Antonio Jiménez, Paco Leiva, Manuel Millán, Abilio Antolin, Juan M. Perales, Joaquín Cruz y Luis Sánchez, entre otros.

También nos comentó que estos cohetes y naves espaciales solían llevar un doble cableado, (dos circuitos idénticos), para el caso de que fallara uno de ellos.

Este comentario se hizo eco en el taller de montaje, donde Francisco Baena, era el jefe de equipo y Manuel Torres, era el maestro y allí pudimos ver a Ogallas,  a Caparros, a Nieto, a León, a Navarrete, a Luque y Manuel Morales, entre otros, montando efectivamente interruptores DB-25 y DB-50, que se fabricaron en fábrica a montones durante los años 1963 al 1980. Hoy en aquel lugar solamente hay una especie de muladar.  

El día 21 de julio, lunes, un día después del alunizaje, fueron muchas las personas que al entrar a trabajar, en Div. Transformadores, se pasaron por el despacho-mesa de Manuel Flamil Cañete, “nuestro astrónomo de Montalbán”, para preguntarle sobre el alunizaje, que era la comidilla de todo el mundo. Todos le preguntaban continuamente y Manolo Flamil, (que lo vio en TV en directo), no tuvo inconveniente en dar toda clase de explicaciones, pero utilizando una forma muy coloquial y didáctica. Como dato curioso tenemos que decir que hasta el “bigotudo” Jefe de División, D. Modesto Rodríguez, se “paró” Junto a Flamil, para preguntarle en compañía del Sr. Salido, por el acontecimiento.

(Por cierto el simpático Rafalito “Bodegas”, ante la presencia de D. Modesto, se apresuró a quitar una revista que tenía de TELE RADIO, en la que aparecía el titulo de VUELVE EL VIRGINIANO, esta revista se la acababa de dejar Andrés Galán Castilla, que se la traía todas las semanas.)

Después de los “jefes” llegamos la gente de a pie y de forma rápida y amena, nos habló del Apolo 11, que había sido impulsado por un cohete Saturno V, y que la misión espacial había empezado con algunas dificultades el día 16 de julio. El amigo Flamil después de reconocer el mérito de los que alunizaron en el vehículo “Águila”, dio mucha importancia a la labor de Michael Collins, que fue el que gobernó y se quedó orbitando en el módulo de mando, llamado “Columbia”, alrededor de la Luna.

Y nos siguió diciendo que si el alunizaje se había llevado a cabo en el “Mar de la Tranquilidad”, fue gracias a la labor manual y a la serenidad de Amstrong, que optó por “obviar” a la computadora, ya que la máquina les hubiera llevado inevitablemente a una zona fuertemente pedregosa y sin apenas tiempo de combustible. Lo normal ante esta situación hubiera sido la suspensión del alunizaje, y forzar la vuelta del vehículo lunar “Aguila”, al módulo de mando “Columbia”, para su acoplamiento y posterior regreso a la Tierra, pero gracias a la capacidad del hombre (Amstrong), se realizó afortunadamente el aterrizaje. No cabe duda que estos momentos finales fueron sumamente complicados por tratarse de una operación difícil y arriesgada. También sacando una libreta con algunos apuntes, nos recordó que el 7 de mayo de 1968, ya Amstrong, estuvo a punto de morir durante una prueba en la que el módulo lunar se incendió en el desierto de Texas.

Después de todas estas explicaciones, el carrusel de compañeros que pasaron por su despacho, y la cara de “árbitro cabreado” que ponía Eutiquiano Torrico, (El jefe del Servicio), aparece en escena Rafael Baquero Doctor, incansable vendedor de Crédito Internacional del Libro, que con el catálogo de la Editorial Planeta, ya no te ofrecía a Gironella, autor de la trilogía de “Los Cipreses creén en Dios”, “Un millón de muertos” o “Ha estallado la Paz”, ahora te ofrecía  “UNA ODISEA ESPACIAL” de Arthur c. Clarke., libro editado en 1968. Se enfrascaron de bromas con el simpático y popular Baquero, Eusebio Muñoz Pino, Baltasar Trillo, Manolo Herrera, Enrique Repullo, y otros muchos más que no dejaban de preguntar.

Llegado un momento el inefable y malhumorado Torrico comentó en voz alta: “Aquí venimos a trabajar, no a vender libros ni a hablar de las estrellas y los cohetes”, a lo que rápidamente le replicó Miguel García Rámirez, al que cariñosamente llamaban “La Pava enferma·” diciéndole: “Calla ya tú. Que como no tengas el pito de árbitro en la boca, no estas conforme” (Eutiquiano Torrico, había sido árbitro”)

Ya con calma y tranquilidad le preguntamos otro día al bueno de Manolo Flamil, que de todas las preguntas que le habían hecho, cual había sido la que le había planteado más dificultad en contestarla, a lo que él pausadamente replicó:  “Solamente te voy a decir que la pregunta que más me impresionó de entre la gente importante y sencilla, fue sin lugar a dudas la que me hizo Francisco Galindo “El Tomatito”, que me dijo: “¿Manolo, te hubiera gustado haber viajado en esa nave?. a lo que le respondí claramente que no, que yo era hombre de tierra, pero lo que si me hubiera gustado, era poder haber grabado las maravillosas imágenes que ellos vieron por el espacio, en una cámara SUPER 8, de aquellas que se empeñaba en vendernos a plazos, J. A. Martínez Perales, para de esa forma poderselas traspasar en herencia a mis hijas y a mis nietos.

Pasaron unos días, para que el amigo Flamil, nos mostrara una publicación de una asociación astronomica de Sabadell, a la que él pertenecía, en donde se hacían eco de la disputa que existió entre el equipo de “coheteros” comandados por  Wernher von Braun y los partidarios del “Aguila”, John C. Houbolt y Charles Matheews. Por imporner su idea del proyecto de alunizaje


OTRAS RUEDAS

Por aquellas fechas los chiquillos jugaban a “rodar el aro”, y eso nos recordaba como más de una vez fuimos a la herrería de Mariano el Cojo, en la Torre Malmuerta, para hacer méritos “dándole al fuelle”, de su fragua, (1954-1956), para que nos hiciera un aro de hierro redondo macizo, que eran los mejores. Eran auténticas competiciones las que solíamos echar “Bajando la cuesta del Campo de la Merced”,  agarrados a aquellas “guías” y con nuestro aro rodando delante de nosotros a todo tren. Era un placer bajar por aquella cuesta, sin que hubiera apenas peligro de que ningún coche se cruzara en nuestro camino. En aquellos tiempos, los coches eran solamente cosa de algunos médicos como D. Francisco Calzadilla, D. Pedro Pablo, D. Antonio Manzanares, D. Nicolás del Rey, etc. etc. éste último lo aparcaba en la Plaza de San Rafael, que era en donde vivía González, que era su chófer.

También D. Juan Font del Riego, tenía  un Volkswagen Sedán, y que popularmente se le denominaba “El escarabajo”. Era de color negro y al parecer fue un regalo que le hicieron como reconocimiento a sus servicios.

EL AMOR SOBRE RUEDAS

Hablando de ruedas, bonitas y elegantes eran las que tenían el coche de caballos, que utilizaba para sus desplazamientos, la hija del dueño de la BANCA PEDRO LÓPEZ, hermana de los López de Alvear, que vivía enfrente de la Iglesia de San Andrés. Esta mujer muy estilizada y con un peinado siempre muy elegante, era Cooperadora Salesiana, y solía acudir con frecuencia a la Iglesia de María Auxiliadora. Cuando en ese recorrido, Realejo abajo, se le veía pasar, la gente comentaba “AHÍ VA EL AMOR QUE HUYE”, en referencia a ella que era mujer “separada” del Marqués de Cañete, personaje con el que estuvo casada.

Mientras los nenes nos montábamos en la parte trasera del coche para darnos un pequeño paseo en aquel coche de caballos tan elegante, el chófer que era un personaje alto y un poco raro, y de carácter agrio, al ser advertido de que íbamos montados atrás,  lanzaba el látigo hacía la parte posterior, para castigar y desalojar a los polizontes.    

Como detalle curioso diremos que la Casa Solariega de esta señora, estuvo a punto de comprarla el torero Enrique Ponce, para regalársela a su señora Paloma Cuevas, que no es otra que la que hacía el anuncio de los bombones FERRERO ROCHER, bajando por la cuesta de los Dolores de Córdoba.


LA RUEDA “EL CORRO”

En aquellos tiempos año 1952, en la clase primera del Colegio Salesiano, aquel colegio que se entraba por el patio de los eucaliptos, y que la rueda del tiempo ha hecho desaparecer pues estaba ubicado junto a la actual muralla formando parte del la mitad del Colegio que se vendió allá por el principio de los años setenta. Hay que decir que el citado Colegio, desde su ubicación actual, llegaba hasta lo que es hoy la Ronda de la Manca y por el sur llegaba hasta el actual Mercadona. Toda esta operación de venta a Inmobiliaria Cosmar, la realizó D. Juan Pérez Doñas, que poco después se secularizó.

Para la comunidad la venta de medio Colegio fue un fracaso económico, gastó más dineros en perfilar la fachada del nuevo Colegio, que en realidad recibió por la venta. Por la Calle María Auxiliadora, el Colegio llegaba hasta enfrente casi de la Sociedad de Plateros. En esa parte estaba precisamente el tan recordado Patio de los Eucaliptos, por el que pasó media Córdoba de aquella época. En el citado patio jugaron Bernardo Palacios, Pedro Navarro, Francisco Torres, Cano “El Trompi”, Antonio Trenas “El Chirri”, Urbano Milla “El Cheles”, José González, Juan López, Francisco Padillo, Rafael Carillo, Antonio Granados, Miguel Blancart, etc.

Este patio, y el Colegio en general tuvo una proyección humana y afectiva, con la presencia de D. José María Izquierdo, salesiano singular que supo entregarse al Oratorio Salesiano a toda la gente popular y sencilla. Por su inteligencia, (Era un gran matemático), su bondad y capacidad de servicio, supo entregarse a toda la juventud que de alguna forma acudía al Colegio. Todos los de aquella época guardamos un imborrable recuerdo de este gran Salesiano.

En aquellas multitudinarias clases, (10 clases), había algunas que tenían hasta 82 alumnos, en jornada de mañana y tarde. En la didáctica salesiana era muy normal el CORRO en las clases.

Se practicaba casi a diario UNA RUEDA, o CORRO, en donde los alumnos se iban situando según contestaban a los temas que el profesor preguntaba. Inicialmente se hacia una clasificación de acuerdo con las notas obtenidas el mes anterior, y diariamente se iban haciendo preguntas, que el que las contestaba correctamente avanzaba hasta el puesto del que había fallado en la repuesta. En aquella clase que por la mañana teníamos a D. Ramón y por la tarde a D. Juan Caballero, los que eran casi siempre los primeros del Corro, por preparación y nivel en las contestaciones, eran Antonio Amaro, Antonio Gordillo, Jaime Linares y Luis Cabello, entre otros. No hace falta recordar que había clase por la mañana y por la tarde, quizás eran otros tiempos.