lunes, 8 de agosto de 2011

TRAMPAS FINANCIERAS

El Sistema financiero, su marcha, su estructura y su dependencia trae a maltraer a la economía del país, hasta el punto de que el presidente del gobierno, ha suspendido por unas horas sus vacaciones en el Coto de Doñana, hasta ver en que queda toda esta situación que se intuye de peligro para nuestra economía. No han hecho igual la familia real, pues se ha pregonado a bombo y platillo que han tomado sus vacaciones estivales como todos los años. De hecho y al día de hoy ya han participado en representación de todos los españoles en sus tradicionales regatas en la Bahía de Palma. Al menos es un consuelo para estas familias que no veranean posiblemente por estar en paro, disfrutar de ver como EL BRIBON, un año más se queda campeón. Quien no se consuela es porque no quiere.

El Sistema Financiero, no es solamente la rocosa imagen que representan determinados Bancos o entidades financieras, que hoy marcan el ritmo del dinero que puede circular y como debe de hacerlo. Hoy un banco, si se lo propone, tiene todo el poder que se quiera atribuir, sobre todo si lo concreta a favor o en contra de cualquier proyecto o empresa que necesite de su colaboración. Hay quien dice que sin la banca no se puede vivir y a decir lo cierto eso es verdad. Pero también es verdad que aquel o aquellos que lograron caminar sin la ayuda interesada de la banca, crearon un modelo a seguir de estructuras sólidas en lo económico. D. Ramón Areses, el padre del Corte inglés, aconsejaba poco más o menos que se procurara caminar lo más lejos posible de los bancos, porque al final éstos lo “fagocitan todo” En Córdoba, hay empresas de calado antiguo, (Almacén de Hierros) que hacían algo parecido y ni tan siquiera negociaban papel, (letras), aguantándolo simplemente “en su cajón”, y sólo utilizaban los servicio del banco, pocos días antes de su vencimiento, para ponerlos al cobro y así pagar simplemente una mínima comisión. Esta empresa familiar dedicada a la venta de hierros y ferretería, igualmente SALÍA AL ENCUENTRO, de sus vencimientos de proveedores, para evitar cualquier mal entendido de devolución.

Pero a pesar de los bancos, de forma consentida o no por estos, hay clientes entre los que siempre se han encontrado reputados empresarios, que tradicionalmente se han prestado a toda clase de “triquiñuelas” para obtener una financiación “rápida” que a lo mejor no podían obtener de forma legal en el banco.

Todos sabemos que de no ser por la política de control que ejerce el Banco de España, a las entidades financieras, los clientes que más le “interesaban” a los bancos, eran aquellos “QUE SABIENDO QUE PAGABAN SIEMPRE, TENIAN MUCHAS VECES NECESIDAD DE QUEDARSE EN NUMEROS ROJOS”. Los enormes intereses de “devolución” durante décadas, supuso siempre un gran negocio para el sector bancario.

Pero al margen de los bancos hay en nuestra sociedad “personajillos de las finanzas” que muchas veces son más listos que los propios Bancos.

DINEROS AL CORDELILLO

Esta forma de financiación ya era tradicional en Córdoba, desde los tiempos de los judíos, (Edad Media), hay historiadores que mantienen que una de las razones de su expulsión de España, es que muchos de ellos tenían masacrada a la población popular con los intereses que les cobraban. Aunque había bandos reales que regulaban este tipo de interés a cobrar, en la mayoría de los casos, había “contratos verbales” o de costumbre, en que el interés lo ponía la necesidad que tuvieras de esa cantidad a obtener. Con independencia de otras razones, fue muy importante, que con la citada expulsión mucha parte de la “población deudora”, se quedaron liberadas de esa obligación.

Pero igualmente podemos citar la quema de documentos en los archivos de los escribanos (notarios), que se produjo en Córdoba en el 1473, con ello se quiso justificar que se iba contra los falsos “conversos” cuando en realidad se iba en contra de los intereses que solían cobrar por sus préstamos. Destruyendo los protocolos notariales, se perdía la constancia de dicha deuda.

Pero al margen de los judíos, y los conversos aquí ha habido siempre gente que ha negociado con lo que se llamó “dineros al cordelillo”, y no solamente hombres, sino incluso mujeres que se dedicaban a darle a las “vecinas” .pequeñas cantidades hasta fin de mes o semana, en donde las tenía que pagar con el incremento del 35 al 50%. Como eran cantidades relativamente pequeñas, no se notaba, pero “muchos pocos” hacía el gran negocio resumen de estas mujeres, que sacaban buena rentabilidad entre las casas de vecinos. Allí no existían documentos, sino la palabra y poder seguir con el crédito abierto. Una mujer que destacó bastante en este menester, era Juana, la mujer de “Manitas de plata”. El dueño del Bar Flor. (Cercadillas).

Luego en otro plano, estaban los hombres que en el ambiente de la taberna y del trabajo, lo mismo te daban cuentas, que dineros al cordelillo. Por San Lorenzo, estuvo durante muchos años, EL CHICO FORTUNA, que tenía su oficina central en Casa Manolo, y aunque él no tenía inconveniente en ir a cobrar por las casas, eran muchos los que se acercaban a la taberna, y el tabernero o cualquiera daba la voz de: -“Chico”- aquí te buscan. Este hombre con la tranquilidad que le caracterizaba, suspendía momentáneamente la “partida de dominó” y salía al encuentro del cliente. Cuentan los viejos del lugar, que este hombre cuando hizo su gran negocio, fue cuando la gente se hubo de marchar a trabajar al extranjero (1960), el prestó mucho dinero, pero ganó lógicamente mucho más. Dar el dinero siempre suponía un riesgo, pero en este caso, con la garantía del trabajo en Alemania, Holanda, Francia y Suiza, fue el mejor seguro.

Quizás el sector más espectacular era el dinero al cordelillo en el “mundo del juego”, aquí se destacaron dos señaladas personas, que formaron una pareja casi indisoluble. Paco Trujillo y Andrés el “Pocero”. Con la cartera repleta de billetes, recorrían los acostumbrados lugares en donde en Córdoba se jugaba, al principio eran meros espectadores, pero según como avanzaba la partida y las cosas iban regular o tirando a mal para algunos, ellos se constituían en la “LA BANCA MÁS A MANO”, para pedir dinero prestado. Aquí los plazos siempre eran rigurosamente más cortos, y la sola presencia de los prestamistas, te obligaba a buscar el dinero para pagar aunque fuera debajo de las piedras. Quizás el sitio, más sencillo y simple en donde se daban estas circunstancias, fuera la “Taberna de los Perros”, pero se puede asegurar que ya en los años finales de los cincuenta, “Las lechugas”, (billetes de mil pesetas), corrían de un lado para otro que era un gusto. No digamos de otros sitios de juego, como por ejemplo el piso superior de “Casa Castillo”, en aquellos famosos miércoles.

LETRAS DE PELOTEO

Otra forma de adquirir financiación era a través de la “Letra de Peloteo”, así llamadas porque daba la sensación de que iban de un lado para otro. El código de comercio, exige que toda letra puesta en circulación, tenían que estar “respaldadas” por una obligación de pago o factura emitida al efecto, pero en estas letras, todo era pura invención. Bastaba que dos personas se pusieran de acuerdo para que una figurara como LIBRADOR Y OTRA COMO LIBRADO, al final la letra, o era devuelta o pagada por “ventanilla” a la fecha de su vencimiento, por lo general a 90 días.

Había empresas muy importantes que te hacían “letras de peloteo” en parte, es decir. Si su obligación de pagar era de DOS MILLONES Y MEDIO, (Según factura), a lo mejor te decían que HICIERAS LA LETRA POR CINCO MILLONES, y le entregaras a ellos la diferencia. Eso eran ya letras de peloteo de envergadura (1980), y por lo general lo hacían algunas constructoras, que necesitaban liquidez inmediata.

Pero no siempre los grandes negocios coparon todo el protagonismo en estos menesteres de las letras. Hubo un personaje entrañable y singular “Manolon el de las Cabras” este hombre apenas sin saber escribir y casi hablar era DOCTOR EN ESTOS MENESTERES, éste todas las letras por gordas que fueran las rellenaba a mano, con su letra y su firma. Era tal la habilidad que tenía en el manejo de las letras, que podíamos decir que las tiraba al “aire” y siempre caían de canto. Llegó un momento (1969), que media calle Platero de Bares, era suya, pero a medida que iba a mayor, su capacidad de negocio (las cabras), iba lógicamente menguando. Todos los días estaba en el banco, haciendo “ampliaciones” o pagando letras que le cumplían. Bastó simplemente que estuviera unos días con “gripe” para que se le acumularan “vencimientos de peloteo” sin renovar o pagar, que originaron una deuda importante. En menos de un año, todo su sistema de financiación se le vino abajo, y el banco le exigió el pago de la deuda (Banco Hispano), y como no pudo hacer frente a ella, el banco “con malas artes”, logró que una importante nave que tenía en dicha calle, cambiara de dueño, pasando la titularidad a una persona más joven, con más garantía de pago por razones de edad, De esa forma una deuda de un hombre mayor, pasaba a otro bastante más joven que mediante un préstamo la compró. A los pocos años, y antes de que el simpático cabrero se muriera, pudo comprobar como “su nave” ubicada en un sitio inmejorable, era expropiada a un buen precio para levantar en su terreno un Instituto Público.

TRAMPAS ENTRE SUCURSALES

Era normal que en la dinámica habitual de los bancos, estos pidieran toda clase de informes sobre determinados clientes. En una ocasión desde un banco de Córdoba, se pidió información a la sucursal de Alcolea, para comprobar la solvencia de este cliente que tenía solicitado un préstamo. De forma sorprendente la “sucursal” a pesar de que tenía los peores informes del cliente, los dulcificó de cara a la central de Córdoba, porque interpretaban “QUE SI LE DABAN EL CREDITO EN CORDOBA”, podría pagar lo que debía en Alcolea.

Este caso concreto, nos muestra la picaresca, que incluso los mismos bancos usaban unos con otros, para que a su “deudor” le dieran dineros para poder pagar las trampas que tenía contraída con ellos, y que de no ser así, nunca la cobrarían. La informática acabó con esta picaresca.

LA SUBASTA DE PISOS

Otras de la anomalías que se daban en nuestro sistema financiero, es que todas las entidades de crédito, fueran entidad de ahorro o banca pura, por criterios generales, o por deformación y funcionamiento de algunos departamentos, especialmente el de INMOVILIZADO, daban lugar a situaciones de actuación totalmente fragantes con la ley, al plantear “FALSAS SUBASTAS”, en las que se deshacían de inmovilizados recuperados por falta de pago (de sus hipotecas), y lo hacían de la forma MÁS IRREGULAR, del mundo, en beneficio de algunos “cómplices”, que estando perfectamente advertidos de este subasta, concurrían a ella, con el vicio de una MANIPULACION. De entrada sabían cual era el precio de salida de la subasta y entre los CUATRO O CINCO AVISADOS, se ponían de acuerdo todos ellos respetando al que mostraba interés por el Inmueble en cuestión. Ellos se limitaban a subir de forma pactada UN POQUITO, sobre el precio que establecían ellos de salida, para que finalmente, el interesado pujara, por el valor definitivo. Lógicamente este piso o cualquier valor inmobiliario subastado, se lo llevaba este sujeto, que previamente y con todos los antecedentes en sus manos, sabía que TENIA QUE PAGAR A LOS FALSOS COMPETIDORES, La diferencia entre el precio de SALIDA, (establecido por el banco), y lo que él había ofrecido como precio para llevarse el piso (pactado entre los concurrentes). De esta forma ha habido en Córdoba y en muchas ciudades, gente que se ha hecho rica, (con la complicidad de elementos de cierta importancia de la entidad financiera),

EL LAVADO DE DINERO NEGRO

Siempre que toca la lotería en cualquier localidad y cuanto más popular sea, se puede ver con más claridad como “se compra la lotería premiada”. En el año 1992, y en la lotería de Navidad, tocó el segundo premio en unos populares supermercados de Córdoba, que vendió participaciones de 250 pesetas. La mayoría de los clientes disfrutaron de la satisfacción del premio, y casi todos ingresaron sus papelillas en sus bancos respectivos, a la espera de poder cobrar su importe. Pero una voz mágica se corrió por San Lorenzo y otras partes adyacentes, que te decían: ¿Quieres que te den más por tu papelilla? A lo que la mayoría de las personas dijeron lógicamente que si. Según me contó Miguel “El Fati”, hubo necesidad de esperar hasta turno para ir a un Banco situado en la esquina del Gran Capitán, subir por unas escaleras, entrar como especie de un piso de comunicación interior y allí te entregaban TRESCIENTAS MIL PESETAS, más por tu papelilla, es decir, que en vez de cobrar 2.500.000 ptas., te abonaban en billetes nuevos, 2.800.000 ptas. Luego al salir con el dinero, lo hacían por la casa colindante al Banco. Fueron muchos los que hicieron ese “circuito”. Al parecer el que “compraba” aquella lotería, era un industrial de Córdoba, ya fallecido, que se dedicaba a la fabricación de estructuras metálicas. Según comentarios y por la gente que pasó por allí (por el banco), el número de papelillas que compró con la mediación de la entidad financiera, estuvo muy cerca de las seiscientas. Con esta adquisición este personaje “Lavó” unos OCHOCIENTOS MILLONES DE PESETAS, de aquellos años. El Banco (No Caja), ha cambiado recientemente de nombre.

EL RONDO DE LOS TALONES

Normalmente empresas y clientes de reconocida solvencia, y aprovechando que no existía la Cámara de compensación y menos aún la informática, conseguían una financiación momentánea, por el procedimiento que en argot bancario, se llamó: “EL RONDO DE TALONES”. Aprovechándose de que la información interbancaria era lenta, e incluso el famoso “RAI” se hacía con control manual, algunos “habilidosos”, sumamente conocidos de los bancos, por ser clientes habituales, les urgía UNA IMPORTANTE NECESIDAD DE PAGO, en cuestión de 24 horas. Y al no disponer de liquidez en ese espacio de tiempo, “recurrían” AL RONDO DE TALONES. Para lo cual procedían de la siguiente manera:

Normalmente se implicaban tres o cuatro bancos a los que llamaremos A, B, C y D. y seguidamente:

1).- Ingresaban un talón por un importe importante EN EL “BANCO-A”, con cargo al “BANCO-B”,

2).-A SU VEZ EN EL BANCO B, se ingresaba un talón más o menos por el mismo importe con cargo al BANCO-C.

3).-Y FINALMENTE EN EL “BANCO-C” se entregaba un talón contra el BANCO-D, por un importe igual al de origen.

Toda esta operación se llevaba a cabo en el mismo día, y de ATRÁS HACIA ADELANTE, de manera que mientras el Banco D, no recibiera ninguna obligación de pago, (se tardaban tres días como poco). En el Banco A, se había generado un flujo de dinero, pendiente de confirmación, que se aprovechaba por los “habilidosos” (eran clientes de confianza), para hacerse con él. Al final El Banco D, era el que levantaba la liebre, pero habían pasado por lo menos tres días, y con excusas o no, daba tiempo en muchos casos de hacer la operación que tan vital era e incluso pagar el “talón hueco” antes de que llegara al temible protesto y retirarlo. “por ventanilla”.

Otras veces para despistar en este asunto, se cambiaban el sentido del Banco A, B, C y C, lo que permitía en muchos casos, que no se percataran estas casualidades. Con la llegada, de la Cámara de compensación, El RAI (Registro de Aceptados Impagados), y la Informática en tiempo real, estos abusos se acabaron.

No hay comentarios: